El momento magnético observado en estructuras de heteroestructuras semiconductoras, como los anillos cuánticos (quantum rings, QRs), se origina en la respuesta lineal de los estados electrónicos a un campo magnético aplicado. Sin embargo, la verdadera raíz de estos momentos magnéticos reside en los estados propios (eigenestados) del sistema en ausencia de campo magnético, siendo crucial la interacción espín-órbita. En semiconductores a granel, los grandes momentos magnéticos se deben a corrientes orbitales correlacionadas con el espín, que son corrientes fundamentales y no disipativas en el estado base, que se ven impuestas a seguir la orientación del espín gracias a la interacción espín-órbita.

Estas corrientes orbitales, estudiadas tanto analítica como numéricamente en heteroestructuras con simetrías esféricas o cilíndricas, muestran que para topologías sencillas la corriente máxima se localiza a mitad de camino entre el centro y el borde, en direcciones perpendiculares al espín. Sin embargo, en los anillos cuánticos se observan dos regiones de corrientes máximas que circulan en sentido contrario, localizadas en el borde exterior e interior del anillo. Esta distribución espacial peculiar conduce a que el momento magnético dependa casi exclusivamente de la diferencia entre el radio externo e interno del anillo, un rasgo que distingue a los QRs de otras nanoestructuras.

La aplicación práctica de estas propiedades se manifiesta en tecnologías cuánticas, donde los QRs pueden actuar como fuentes de pares de fotones entrelazados polarizadamente, mediante el proceso de cascada biexcitónica. No obstante, la calidad del entrelazamiento depende crucialmente del desdoblamiento fino de estructura (fine structure splitting, FSS) de los estados excitónicos brillantes, que puede ser afectado por la simetría y las interacciones electrón-hueco. En QRs asimétricos, un fenómeno de cancelación inesperada entre términos de FSS derivados del mezclado de bandas, dipolos eléctricos y el intercambio a corta distancia, puede reducir significativamente este desdoblamiento, facilitando la emisión de pares de fotones indistinguibles, esencial para la computación y comunicación cuántica.

Por otro lado, la caracterización estructural de los QRs mediante técnicas avanzadas como la microscopía de túnel de barrido en sección transversal (X-STM) revela detalles cruciales que no son accesibles con técnicas superficiales como AFM. Los QRs enterrados presentan una forma crateriforme y asimétrica en composición y dimensiones, con una acumulación de átomos de indio que forma dos capas concentradas: una correspondiente a la capa húmeda (wetting layer) y otra a la migración superficial e incorporación de indio durante el proceso de formación. Esta estructura interna explica las discrepancias entre las mediciones teóricas y experimentales del radio electrónico y el momento dipolar observados.

La anisotropía observada, con un alargamiento preferencial en la dirección [1.1̄ 0] y diferencias en altura y brillo del borde del cráter en direcciones ortogonales, se atribuye a la difusión preferente del material de punto cuántico durante el crecimiento. Esta asimetría no solo afecta la forma sino también la electrónica del sistema, modulando propiedades clave como el momento magnético y la dinámica excitónica.

Además, la arquitectura de capas múltiples y la dopación controlada mediante epitaxia por haces moleculares permiten diseñar sistemas de QRs mutuamente desacoplados, optimizando condiciones para observar fenómenos cuánticos colectivos, como las corrientes persistentes inducidas por campos magnéticos. El modelado con solucionadores de Poisson unidimensionales aporta una comprensión cuantitativa de la distribución de carga y los potenciales internos, fundamentales para entender la interacción entre la estructura física y las propiedades electrónicas.

Es imprescindible entender que las propiedades magnéticas y ópticas de los QRs no dependen únicamente de su geometría externa, sino de la compleja interacción entre la topología interna, la composición química y las simetrías rotas o preservadas. La combinación de técnicas experimentales de alta resolución y modelados teóricos detallados resulta indispensable para obtener una descripción precisa, que permita controlar y explotar estas nanoestructuras en aplicaciones avanzadas.

La comprensión profunda de las corrientes orbitales correlacionadas con el espín, el control de la simetría estructural y la gestión del desdoblamiento fino excitónico constituyen las bases para diseñar dispositivos cuánticos robustos y eficientes. Estos aspectos deben ser considerados al desarrollar materiales y estructuras para tecnologías emergentes que requieran fuentes de fotones entrelazados, así como para la exploración de fenómenos topológicos en semiconductores.

¿Cómo las interacciones magnéticas en anillos influyen en la dinámica de las ondas de espín?

El análisis de las interacciones magnéticas en anillos finos y gruesos es crucial para comprender el comportamiento de las ondas de espín, especialmente cuando se compara con películas continuas de material magnético. Un estudio detallado, utilizando espectroscopía de resonancia magnética ferromagnética (FMR) y modelado teórico, ofrece una visión profunda sobre cómo los diferentes modos de resonancia son afectados por las condiciones de contorno y la geometría de las estructuras magnéticas.

Se observó que las interacciones magnetostáticas entre los anillos eran despreciables, lo que permitió que el comportamiento magnético de estos anillos fuera entendido en términos de sus características estructurales. Un análisis detallado utilizando un microscopio electrónico de barrido (SEM) confirmó que la uniformidad estructural a través de la matriz de anillos era consistente. Para facilitar la comparación, se preparó una película de permalloy de referencia con un grosor de 100 nm en el mismo ciclo de deposición. Su magnetización de saturación, medida con un SQUID, fue de 775 emu/cm³.

La espectroscopía FMR en condiciones de frecuencia transversal permitió investigar las dinámicas de las ondas de espín a temperatura ambiente. Gracias a la modulación del campo magnético externo, la señal FMR obtenida representa la primera derivada de la curva de absorción en función del campo magnético aplicado. En el caso de la película continua de permalloy de 100 nm de grosor, se detectaron tres modos de resonancia claros: el primero a un campo de 13.51 kOe, el segundo a 12.73 kOe y el tercero a 11.78 kOe. Estos modos mostraron una disminución gradual en su intensidad a medida que aumentaba el número del modo.

Por otro lado, los anillos gruesos de permalloy presentaron cuatro modos de resonancia a la misma frecuencia. Lo interesante aquí es que el primer modo observado (i = 1) a 11.07 kOe mostró una menor amplitud de absorción que el segundo modo (i = 2) que apareció a 10.14 kOe. Además, el cuarto modo mostró una mayor intensidad que el tercer modo, lo que indica un comportamiento diferente al observado en las películas continuas. Este patrón de resonancia sugiere que la cuantización de los modos de onda de espín a lo largo del grosor de la película juega un papel significativo en la determinación de la intensidad y el campo de resonancia.

A través de un análisis teórico, se calculó la relación de dispersión de las ondas de espín para la película continua de 100 nm y se comparó con los resultados experimentales. La fórmula de Kittel, comúnmente utilizada para describir la resonancia de ondas de espín, se ajustó adecuadamente a los datos experimentales, lo que confirma la validez del modelo. Sin embargo, para los anillos, las condiciones de contorno no son idénticas a las de las películas continuas. En los anillos, los factores de desmagnetización y los elementos de la matriz dipolar dependen de la forma del modo. Particularmente, el perfil del modo a lo largo del grosor de la película y el vector de onda correspondiente juegan un papel crucial en la determinación de la frecuencia de resonancia.

Lo más interesante en este estudio es que los anillos exhiben una dependencia inusual entre la intensidad de la señal FMR y el número del modo. En lugar de observar una disminución monótona de la frecuencia de resonancia con el aumento del número del modo, como ocurre en las películas, los anillos muestran un comportamiento inverso. Esto se debe a que en la geometría del anillo, los términos dipolares dominan la dinámica de las ondas de espín, lo que lleva a que los modos con índices más grandes tengan frecuencias menores en el mismo campo de excitación. Además, estos modos con mayor índice muestran una menor intensidad.

Este comportamiento puede explicarse considerando que las superficies del anillo tienen condiciones de contorno diferentes a las de las películas continuas. La falta de una capa protectora sobre el film de permalloy, que está en contacto con una capa de cromo (Cr) en la parte inferior, lleva a una diferente interacción de pinning (anclaje de la onda de espín) en las superficies superior e inferior del anillo. Esta diferencia en la intensidad de la interacción de pinning en las superficies superiores e inferiores genera una distribución espacial asimétrica de la intensidad de la onda de espín.

Los resultados experimentales y los cálculos teóricos muestran un buen acuerdo, lo que indica que las configuraciones geométricas y las condiciones de contorno juegan un papel fundamental en el comportamiento de las ondas de espín en anillos y películas continuas. Este análisis pone de relieve la importancia de considerar las dimensiones espaciales múltiples y las condiciones de contorno no convencionales al estudiar la dinámica de las ondas de espín, especialmente en estructuras de nanomateriales como anillos y discos magnéticos.

Este comportamiento observado en los anillos destaca la importancia de estudiar los efectos geométricos en sistemas magnéticos, y sugiere que el diseño de dispositivos magnéticos basados en estructuras de anillos puede ofrecer nuevas oportunidades para controlar y manipular las ondas de espín de manera más eficiente.