Cuando se empieza a tejer en crochet, lo primero que se debe dominar es la creación de la cadena base. Esta cadena forma la base para todas las demás filas y es fundamental que se realice correctamente para evitar problemas más adelante. Para hacerlo, se comienza con un nudo corredizo en el gancho, luego se realiza un paso sencillo de paso del hilo sobre el gancho y se tira hacia el nudo inicial. Este es el primer paso del proceso.

Al tejer, es importante mantener la tensión del hilo ni muy apretada ni demasiado floja. Si las cadenas son demasiado apretadas, será difícil insertar el gancho en ellas para trabajar en las siguientes filas, y el trabajo se volverá incómodo. Las cadenas deben ser de un tamaño uniforme para asegurar que la base sea sólida y nivelada. La consistencia es clave para que no haya bordes desiguales o ondulados. Si algunas cadenas son más flojas que otras, esto puede causar que el borde del trabajo quede con un aspecto irregular.

A medida que adquieras práctica, notarás que contar las cadenas se vuelve más intuitivo. El patrón que estás siguiendo generalmente indicará cuántas cadenas debes hacer. Es fundamental seguir las instrucciones del patrón al pie de la letra, ya que, si no cuentas correctamente, es probable que termines deshaciendo parte del trabajo. Para contar correctamente, observa las "V" que se forman en el lado de las cadenas, que representan las diferentes unidades de la cadena. No debes contar el lazo de trabajo, ya que este es el primer lazo sobre el gancho y no cuenta como una cadena.

Una vez que hayas completado la cadena base, el siguiente paso es trabajar sobre ella para crear la primera fila de puntos. Es importante entender cómo se deben manipular los diferentes bucles de la cadena para que los puntos queden alineados correctamente. Hay varias maneras de insertar el gancho en la cadena base. La opción más sencilla es insertar el gancho en el lazo superior de la "V" que aparece en el frente de la cadena, pero esto puede no producir un borde tan limpio como cuando se trabaja bajo el bulto trasero, la parte posterior de la cadena. Esto último puede resultar más limpio, pero al principio puede ser más difícil de ejecutar.

Para que tu tejido sea más fluido, puede ser útil hacer marcas cada 10 o 20 cadenas, especialmente si estás trabajando con una cadena muy larga. Esto te permitirá asegurarte de que no pierdas el conteo y que tu trabajo no se deforme a medida que avanzas.

Una vez que la primera fila esté terminada, el siguiente paso es trabajar en las filas subsiguientes. Para hacerlo, necesitarás hacer una cadena de giro (un pequeño número de cadenas que sirven para darle altura a la siguiente fila). Es importante recordar que esta cadena de giro no se cuenta como parte del primer punto de la nueva fila. Los puntos en las filas posteriores se pueden trabajar en los lazos de la fila anterior, dependiendo de las indicaciones del patrón, ya sea bajo el lazo frontal, trasero, o ambos. Esto afectará el aspecto del tejido y la textura de la pieza.

El punto doble (o doble crochet) es uno de los puntos más sencillos y a menudo el primer punto que los principiantes aprenden a hacer. Este punto es crucial en proyectos de amigurumi y en la creación de tejidos más densos y compactos, perfectos para prendas gruesas y cálidas. Para realizarlo, es importante hacer una cadena extra al comenzar una nueva fila de puntos dobles, ya que el primer punto nunca se hace directamente sobre el primer lazo de la cadena base. Asegúrate de contar la cantidad correcta de cadenas para que la fila de puntos quede del tamaño adecuado.

Este punto se hace pasando el hilo sobre el gancho, insertando el gancho en el siguiente espacio, recogiendo el hilo, y luego pasando el hilo por encima de los dos bucles que están en el gancho, dejando uno solo. Este proceso se repite a lo largo de la fila hasta completar la cantidad deseada de puntos. La clave para un trabajo bien hecho es mantener la misma tensión en todo el proyecto y asegurarse de que los puntos sean consistentes.

Es importante, además, que el lector comprenda que cada tipo de punto tiene una función y una textura particular que afectará el resultado final del trabajo. Aprender a leer un patrón y adaptarse a las instrucciones específicas es una habilidad esencial en el crochet. Aunque al principio parece complicado, con la práctica se desarrolla una sensación natural para el proceso, lo que hará que las filas y los puntos sean más fáciles de ejecutar.

¿Cómo arreglar errores en el crochet y asegurar tus proyectos correctamente?

El crochet, aunque es una técnica fascinante y gratificante, puede ser desafiante cuando los errores ocurren. Uno de los aspectos más importantes es aprender a identificar y corregir esos errores antes de que se conviertan en un obstáculo irreparable. Afortunadamente, los errores en crochet son fáciles de arreglar si se detectan a tiempo. Si te das cuenta de que el número de puntos que has tejido no coincide con el que indica el patrón, es una señal clara de que cometiste un error. No te alarmes; hay formas sencillas de solucionarlo.

El proceso de deshacer el trabajo, conocido como "frogging", es bastante común entre los crocheters. El término proviene del sonido "rip it, rip it, rip it", que imita el croar de una rana. Para corregir un error, lo primero que debes hacer es retirar el gancho de la última vuelta y sostener el hilo de trabajo. Luego, tira del hilo para deshacer los puntos uno por uno, hasta llegar al punto donde cometiste el error. Una vez que hayas deshecho la parte equivocada, inserta de nuevo el gancho en el lazo de trabajo y continúa tejiendo sin el error que has deshecho.

Otro aspecto fundamental al finalizar un proyecto es el proceso de "cerrar" o asegurar el trabajo para evitar que se deshaga. Para ello, el paso de "fasten off" es crucial. Cuando termines un proyecto, corta el hilo dejando un extremo de unos 15 cm (6 pulgadas). Luego, pasa el hilo por el lazo del gancho y tira hasta que el extremo se cierre. Asegúrate de que el hilo esté bien ajustado, lo que permitirá que los puntos permanezcan seguros y tu proyecto esté completo.

Si el proyecto que estás haciendo es una pieza plana y deseas que los bordes se vean uniformes y limpios, es común agregar un borde simple de puntos bajos. Los bordes tienden a volverse irregulares debido a una variación en la tensión del hilo, pero con una simple fila de puntos bajos, podrás suavizar esos bordes y darle a tu pieza un acabado más profesional. Si prefieres que el borde destaque, puedes utilizar un color contrastante, lo cual agregará un toque decorativo. Además, al agregar un borde, asegúrate de hacerlo por el lado frontal de la pieza si tiene un lado distintivo.

Una vez que se ha terminado un proyecto, las colas de hilo que quedan pueden ser un problema si no se manejan adecuadamente. Dependiendo de la pieza que estés tejiendo, los extremos de hilo deben ser escondidos de manera que no interfieran con la apariencia del proyecto. Si el trabajo tiene un lado "derecho" y "revés", como en un sombrero, puedes esconder los extremos en el lado equivocado, ya que no será visible. Sin embargo, si la pieza es de doble cara, como una bufanda, deberás asegurarte de que las colas se oculten de ambos lados para evitar que se vean. Si has trabajado con más de un color, asegúrate de que los hilos se tejan en los puntos del mismo color para que se disimulen bien.

Existen varias técnicas para esconder los hilos sobrantes. Una de las formas más efectivas es "coser" los extremos, usando una aguja de crochet. Este método consiste en pasar el hilo por los puntos de la pieza, asegurándote de que el hilo se integre bien con la estructura sin distorsionar el tejido. Si el hilo es resbaladizo o tiende a deshacerse, puedes reforzarlo usando pegamento para tela o hilo adicional para asegurar su permanencia.

En algunos casos, si cortas los extremos de hilo demasiado cortos, una solución es usar una aguja e insertar el hilo restante en los puntos cercanos, asegurándolo en su lugar. Esta técnica puede ser útil cuando los hilos son demasiado cortos para pasar por los puntos de la forma convencional.

Si te encuentras comenzando un nuevo proyecto y no deseas tener que lidiar con los extremos de hilo más adelante, puedes optar por la técnica de "crochetear sobre los hilos". Esto implica colocar el extremo del hilo encima de la base de tus puntos mientras sigues tejiendo, de forma que el hilo quede atrapado en la costura y no sea necesario esconderlo posteriormente.

Es importante recordar que los pequeños errores o las imperfecciones son parte del proceso de aprendizaje y de la propia esencia del crochet. Las correcciones no solo mejoran la habilidad, sino que también nos enseñan la paciencia necesaria para disfrutar de cada puntada. Además, el trabajo no termina solo con la realización de los puntos: las terminaciones y la correcta integración de los hilos son pasos clave que aseguran que tu proyecto no solo sea funcional, sino también visualmente atractivo y duradero.