En la escuela secundaria N° 2 de la ciudad de Makaryevo, en la región de Kostromá, con motivo del 75° aniversario del levantamiento del bloqueo de Leningrado, se llevó a cabo una búsqueda histórica juvenil titulada «10 objetos del bloqueo de Leningrado». En el evento participaron cuatro equipos de los grados 7° y 8° y voluntarios de entre los estudiantes de último año. Al inicio del juego, a cada equipo se les entregaron hojas de ruta. Al llegar a cada estación, los guías leían una breve información sobre la estación, después de lo cual los participantes debían realizar las tareas asignadas. Es importante destacar que todos los puntos del recorrido estaban conectados por una trama que coincidía completamente con la verdad histórica. En cada estación, se asignaba un tiempo de 6 a 7 minutos a los equipos.

Según los participantes del juego, las tareas más interesantes fueron en la estación «Trineos», donde los jugadores debían, bajo ciertas condiciones, transportar agua en trineos desde un «río» sin derramar el valioso líquido del cubo, todo ello en el tiempo limitado.

Otro punto que dejó huella fue la estación «Tarjeta de pan». La tarjeta en el Leningrado bloqueado era el documento principal que otorgaba el derecho a comprar productos a precios oficiales. En un trozo de papel con los cupones estampados se indicaba cuántos gramos y qué tipo de productos se podían obtener. Los guías Lapshina A. e Mónajova A. propusieron determinar cuál era la norma para los niños y cuál para los trabajadores y empleados.

Todos disfrutaron mucho de la estación «Pin de luciérnaga». Los pines fosforescentes «luciérnagas» ayudaban a las personas a moverse en completa oscuridad. Por la noche, en las calles oscuras, se podían ver puntos fantasmas de los pines fosforescentes que se pegaban a la ropa para evitar chocar con otras personas en la oscuridad. Estos pines eran muy fáciles de usar. Basta con sostener el «luciérnaga» al sol, bajo una lámpara o cerca de una cerilla encendida durante unos segundos, y éste «captará» la energía de la luz, almacenándola para luego emitirla en la oscuridad durante cinco o seis horas. Ni el viento, ni el calor, ni el frío, ni la lluvia, ni la nieve apagaban este pequeño farolito, un compañero indispensable para los caminantes nocturnos, explicó Shákhova E. antes de la tarea. Los participantes debían encontrar objetos en completa oscuridad durante el tiempo asignado en la estación.

En la estación con el curioso nombre «Humo» los voluntarios Alejina A. y Tsádova Y. explicaron que en septiembre de 1941 estaba prohibido el uso de electrodomésticos en las casas, y en diciembre la producción diaria de electricidad se redujo siete veces. Posteriormente, las casas fueron excluidas de la lista de lugares a los que se suministraba electricidad. Los habitantes del Leningrado bloqueado intentaban iluminar sus viviendas utilizando «humo».

Los «humo» se hacían con pequeños frascos, a los que se les agregaba queroseno y se les encendía una mecha. También fue valiosa la información sobre las plantas medicinales y el menú de los habitantes del Leningrado bloqueado: en 1942, en la ciudad aparecieron carteles para la población con consejos sobre cómo prepararse para el próximo invierno de bloqueo, dónde almacenar las verduras; además, se publicó una recopilación de recetas a base de hojas y tallos.

Según los participantes y organizadores del juego histórico, este tipo de actividad no solo ayuda a la integración del grupo, sino que también permite comprender las realidades históricas y el invaluable legado de nuestros antepasados y la patria.