La fotografía arquitectónica es una disciplina que va más allá de la simple captura de edificios. Cada imagen busca transmitir la estructura, la atmósfera, y la intención del diseño, creando una representación visual que va más allá de lo que nuestros ojos ven en el instante. La clave está en cómo se maneja la perspectiva, la luz, y los detalles del entorno. Cada uno de estos elementos juega un papel fundamental en la narración visual que se quiere transmitir, y aunque la tecnología de lentes y software de edición ofrece grandes herramientas, la verdadera maestría en la fotografía de arquitectura viene de comprender profundamente estos factores y cómo se combinan en una sola toma.

Uno de los aspectos más fundamentales en la fotografía arquitectónica es la iluminación. Es crucial que la luz sea homogénea y efectiva para revelar la estructura del edificio, su altura, y la relación entre los espacios. Una vista en ángulo amplio, mirando directamente hacia arriba o hacia abajo, puede resultar muy atractiva. Sin embargo, este tipo de enfoque puede distorsionar las esquinas de la imagen, haciendo que la convergencia sea más pronunciada. En estos casos, es recomendable trabajar con lentes de longitud focal fija como los de 35mm, 28mm, o 24mm, los cuales, con aperturas grandes (f/2.8), permiten capturar detalles sin distorsiones innecesarias. Aunque algunos defectos de perspectiva se pueden corregir mediante software, siempre será preferible una captura precisa en el momento.

Al elegir un ángulo o una perspectiva, es importante recordar que no siempre la vista más amplia será la mejor opción. A veces, un campo de visión más estrecho puede resultar en una representación más rica del edificio y su entorno, destacando elementos como ventanas altas o detalles decorativos. En la fotografía arquitectónica profesional, las lentes descentrables (shift lenses) son esenciales, ya que permiten ajustar la perspectiva sin distorsionar las líneas paralelas, algo crucial para mantener la integridad visual del edificio. Sin embargo, la habilidad de elegir la perspectiva y el encuadre sigue siendo más importante que adquirir un equipo más avanzado.

El uso de la tecnología para corregir distorsiones es frecuente en la fotografía arquitectónica, pero debe ser manejado con cuidado. La corrección de líneas convergentes y la transformación de rectángulos distorsionados en formas ortogonales puede mejorar la imagen, pero hay límites a la efectividad de estos ajustes. Es vital que la cámara esté nivelada y perpendicular a cualquier sujeto que no se desee distorsionar. Si la captura de toda la altura de un edificio no es posible en un solo plano, alejarse para obtener un ángulo más amplio o usar una lente de mayor ángulo puede ser la solución adecuada, aunque esto suele resultar en una mayor cantidad de primer plano, lo cual puede ser recortado posteriormente.

La flexibilidad en cuanto al balance de blancos es otro aspecto fundamental en la fotografía arquitectónica. A menudo, la luz interior de un edificio tiene una temperatura de color diferente a la luz exterior, lo que puede crear un contraste de colores visualmente interesante. Sin embargo, cuando el contraste es demasiado fuerte, puede distraer la atención del edificio mismo. La captura en formato RAW ofrece la mejor flexibilidad para ajustes posteriores, ya que permite realizar correcciones en la saturación de colores, especialmente en tonos rojos, o ajustar la luminosidad para conseguir una imagen más equilibrada.

El uso de lentes gran angulares, especialmente aquellos con distancias focales menores a 24mm, puede ser tentador para capturar vistas amplias de los edificios. Sin embargo, estos lentes pueden distorsionar las imágenes, especialmente en los bordes del encuadre, lo que puede ser un problema si se busca una representación fiel. Para obtener una amplia variedad de imágenes sin perder detalles importantes, es recomendable variar el encuadre utilizando el zoom o moviendo la cámara para ajustar la perspectiva. No siempre se debe buscar el plano perfecto en el primer intento; la paciencia para capturar diferentes perspectivas y momentos del día puede revelar detalles que no se habían notado inicialmente.

Las imágenes de arquitectura no siempre tienen que centrarse en los edificios más monumentales. Las construcciones locales, como cobertizos de animales, graneros o cabañas, ofrecen un sinfín de posibilidades visuales que a menudo se pasan por alto. Estas edificaciones, sin pretensiones de diseño, pueden ser igual de ricas en contenido visual, especialmente cuando se combinan con señales locales o mobiliario urbano que aporten contexto a la imagen.

La fotografía de interiores también es un campo fascinante dentro de la fotografía arquitectónica. A pesar de ser esencial para la publicidad inmobiliaria, los interiores pueden ofrecer una gran cantidad de oportunidades creativas cuando se busca transmitir una atmósfera o una sensación de época. Las habitaciones se ven más amplias desde una esquina, y utilizar luz artificial para resaltar detalles o crear acentos dramáticos puede cambiar completamente la atmósfera de la imagen. El uso de la luz de forma selectiva, como en un espacio oscuro, puede crear una sensación de misterio o nostalgia, si se manipula adecuadamente.

Además, las fotografías de interiores no siempre tienen que intentar captar todo el espacio en un solo plano. A menudo, dividir el espacio en pequeñas secciones de interés puede generar imágenes más impactantes que una gran toma que abarque todo el lugar. También es importante evitar la luz directa que entra por las ventanas, ya que puede ser difícil equilibrar la luz exterior brillante con la luz interior más tenue.

Por último, en la búsqueda de capturar la esencia de un edificio, el enfoque no debe limitarse solo a los detalles visibles. A veces, el contexto, como los elementos efímeros que decoran las calles o los signos locales, puede ser tan importante como la estructura misma. Al igual que en la fotografía de paisajes o de personas, el entorno puede ser fundamental para crear una imagen memorable y significativa.

¿Cómo capturar la esencia de los paisajes urbanos y naturales en la fotografía?

La fotografía de paisajes es una disciplina que, más allá de la técnica, requiere de una sensibilidad aguda para capturar la esencia de un momento y un lugar. Ya sea que se trate de un paisaje natural o urbano, la clave está en entender cómo el entorno se compone a través de la luz, las sombras, las formas y las distancias. Cuando se enfrenta a un paisaje, un fotógrafo debe ser consciente de cómo la luz incide sobre los objetos y la manera en que esto transforma la escena.

Por ejemplo, en la fotografía de paisajes naturales, la exposición de la luz es crucial. En muchos casos, se busca que las nubes aparezcan blancas y brillantes, mientras que otros elementos, como los árboles o el cielo, caen en su gama de tonos naturales, desde los negros más profundos hasta los matices más suaves de azul o gris. Al fotografiar un paisaje con ramas que enmarcan la toma, no es necesario recuperar los detalles en las sombras de las ramas; al contrario, dejar que se conviertan en siluetas negras sólidas puede realzar la claridad y la atmósfera de la imagen. Esto proporciona una estructura que permite al observador centrarse en el centro de la composición sin distracciones.

Un desafío adicional en la fotografía de paisajes es la composición de las islas o elementos naturales que emergen entre los árboles. Para mantener una clara separación visual, es importante ajustar la perspectiva y asegurarse de que estos elementos no se sobrepongan de manera que creen confusión visual. Un simple ajuste en la posición del fotógrafo puede marcar la diferencia entre una imagen clara y una que no permite al espectador comprender completamente la disposición de los elementos en el espacio.

En el caso de las vistas marítimas o de grandes extensiones de agua, la falta de detalles puede ser tanto un desafío como una oportunidad. La vastedad del mar puede parecer monótona, pero al introducir un elemento en movimiento, como un velero, se puede añadir dinamismo y vitalidad a una imagen que, de otro modo, podría ser percibida como vacía o estática. Este enfoque permite capturar la quietud del agua sin sacrificar el interés visual.

Por otro lado, las ciudades ofrecen un mundo completamente diferente de posibilidades. Si bien las ciudades pueden parecer caóticas o abarrotadas, son también un laboratorio para la experimentación visual. En las urbes, el fotógrafo tiene la ventaja de capturar no solo la arquitectura monumental, sino también los detalles más pequeños que quizás pasen desapercibidos para el transeúnte común. Cada ciudad tiene su propia personalidad, y los fotógrafos más destacados han sabido cómo capturar la esencia de ciudades como Nueva York, París o Praga sin caer en artificios. En lugar de centrarse en los sujetos, la fotografía urbana puede dedicarse a retratar la estructura, las formas y los contrastes del entorno construido, dejando a las personas como meros actores secundarios o incluso ausentes.

Al igual que en el paisaje natural, en la fotografía de ciudades se pueden explorar conceptos como el espacio negativo, la relación entre la ciudad y el cielo, o las capas de significado que emergen de una toma a gran escala. Las ciudades ofrecen contrastes visuales intensos entre lo antiguo y lo moderno, lo grande y lo pequeño, lo vivo y lo estático. Capturar estas tensiones puede ser tan desafiante como gratificante.

Es importante también recordar que la fotografía de ciudades no siempre debe enfocarse solo en lo visible. Las ciudades están llenas de reflejos, yuxtaposiciones y ángulos inusuales que pueden transformar lo ordinario en algo extraordinario. El uso de reflejos, por ejemplo, puede crear un sentido de irrealidad o magia, un mundo dentro de otro, al capturar no solo el paisaje sino también lo que se refleja en los cristales de los edificios, el agua o incluso los vehículos.

La fotografía en ambientes urbanos también implica lidiar con ciertos obstáculos, como los coches, que rara vez contribuyen positivamente al paisaje urbano. Sin embargo, estos elementos, si se observan con atención, pueden ser utilizados de manera creativa, como al capturar las luces rojas de una fila de coches detenidos en la noche o las fascinantes distorsiones que producen en los reflejos de los vidrios. Estos detalles aparentemente insignificantes pueden añadir una dimensión única a la imagen.

La fotografía urbana también ofrece una serie de retos legales, especialmente cuando se trata de ciertos edificios o monumentos icónicos. En muchos países, la fotografía de instalaciones gubernamentales o de ciertos edificios emblemáticos puede estar sujeta a restricciones legales. Si bien las reglas varían según la ubicación, los fotógrafos deben ser conscientes de las posibles implicaciones legales al capturar imágenes que puedan estar protegidas por derechos de autor o propiedad intelectual.

En resumen, la fotografía de paisajes y de ciudades es un arte que requiere tanto técnica como visión creativa. A través de un manejo cuidadoso de la luz, la composición y los elementos visuales, un fotógrafo puede transformar una escena común en una obra única. Además, comprender las reglas legales que rigen la fotografía en ciertos lugares y contextos es esencial para evitar complicaciones futuras.

¿Cómo realizar copias precisas de imágenes y documentos mediante fotografía y escaneo?

En el campo de la conservación de imágenes y objetos, la precisión en la reproducción es crucial. Ya sea que estemos copiando obras de arte, mapas, o simplemente escaneando documentos, existen procedimientos específicos para garantizar que los resultados sean lo más fieles posible al original. El proceso involucra una combinación de fotografía adecuada, ajustes de escaneo y el uso de tecnología especializada. A continuación, se describen algunas de las técnicas y precauciones más importantes que deben seguirse.

Uno de los métodos fundamentales es la fotografía plana de documentos o impresiones, como mapas, dibujos y material impreso. En este caso, la fotografía debe ser lo más fiel posible, tanto en términos de color como de geometría. Es fundamental que la imagen no esté distorsionada y que se mantenga una relación de reproducción conocida. Además, la iluminación debe ser uniforme y con una exposición precisa, lo que garantizará que los colores se reproduzcan correctamente. La iluminación debe organizarse de manera tal que no cree sombras ni reflejos sobre el documento o la obra a copiar.

Para conseguir estos resultados, es esencial utilizar una cámara que permita un enfoque nítido, como una cámara réflex de lente macro de 50 mm o 55 mm. Esto minimizará las distorsiones y asegurará que la imagen sea lo más fiel posible al objeto original. El uso de un copystand (soporte especializado para copias) es muy recomendable, aunque un trípode puede ser suficiente si se asegura que la cámara esté perfectamente alineada con el objeto.

En cuanto al escaneo, este proceso transforma la información visual de un documento o una película fotográfica en datos digitales. Es una tarea que debe realizarse con precisión para evitar la pérdida de calidad. Existen varias fases en este proceso, y cada una tiene su propio conjunto de consideraciones. La primera es preparar los originales: asegurarse de que están limpios y en buen estado es clave. Si se trata de una fotografía o documento muy importante, es aconsejable realizar copias de seguridad antes de proceder al escaneo.

Una vez listos los materiales, la máquina debe hacer un preescaneo para asegurarse de que la imagen esté correctamente orientada y ajustada al área que se desea escanear. En este paso, también se puede determinar la resolución y el tamaño final de la imagen escaneada. Los escáneres de alta calidad ofrecen una resolución muy precisa, que es fundamental para obtener una copia nítida y detallada.

Es recomendable seguir un protocolo claro y organizado durante el proceso de escaneo. Esto incluye usar siempre los ajustes predeterminados del escáner al principio, para luego ajustarlos según sea necesario para obtener la mejor copia posible. Después del escaneo, es importante comparar la imagen digital con el original para asegurarse de que la reproducción sea lo más fiel posible.

Un punto clave para obtener una copia de alta calidad es la calibración del escáner. Esto puede lograrse utilizando una carta de colores estándar, como la IT 8.7/1, diseñada para filmes en color, o la IT 8.7/2, que es adecuada para impresiones en color. Estas herramientas permiten asegurar que los colores en el escaneo coincidan exactamente con los del original. Si no se dispone de estos instrumentos, es posible utilizar imágenes que ya cuenten con una gama de colores bien definida para calibrar la máquina.

El ajuste de los parámetros del escáner también debe hacerse con cuidado. La resolución debe elegirse en función de la finalidad de la copia: para documentos que no requieren un detalle extremo, es mejor utilizar resoluciones más bajas para facilitar la manipulación y reducir el tamaño del archivo. Sin embargo, para obras de arte o fotografías con detalles finos, es esencial elegir una resolución lo suficientemente alta como para capturar cada matiz.

Además, es importante realizar el proceso de revisión de la imagen escaneada en una pantalla calibrada, preferentemente un monitor con características de alta fidelidad de color. La reproducción de los colores en la pantalla debe ser lo más fiel posible para asegurar que la copia digital se asemeje lo más posible al original.

Una vez escaneada la imagen, es fundamental guardar el archivo adecuadamente. Es aconsejable nombrar los archivos de manera clara y lógica, para facilitar su localización futura. Si se escanean múltiples imágenes, se deben establecer categorías, como imágenes en blanco y negro, diapositivas de color, o documentos de gran formato, para que todo el proceso de escaneo sea más eficiente.

Otro aspecto que no se debe pasar por alto es la limpieza tanto de los documentos como del equipo. Antes de escanear, asegúrese de eliminar el polvo y las huellas dactilares de los objetos y de la superficie del escáner. Esto evitará que partículas indeseadas interfieran con la calidad de la imagen escaneada.

El proceso de escaneo también implica la decisión de si se debe o no realizar un recorte de la imagen. En general, es recomendable recortar solo lo necesario para reducir el tamaño del archivo, pero dejando espacio suficiente para poder hacer ajustes posteriores si fuera necesario.

Es importante comprender que cada dispositivo de escaneo tiene sus limitaciones, y aunque muchos escáneres modernos ofrecen resultados de alta calidad con poco esfuerzo, siempre es recomendable familiarizarse con las capacidades y limitaciones de su equipo. Esto no solo mejorará la calidad de las copias, sino que también hará más eficiente el flujo de trabajo.

Además, el mantenimiento continuo del equipo es esencial para garantizar que los resultados sean siempre consistentes. Limpiar el escáner regularmente y asegurarse de que el software esté actualizado son prácticas que prolongarán la vida útil del equipo y mejorarán los resultados de escaneo.

¿Cómo crear efectos de color y tonalidad mediante el procesamiento cruzado y la desaturación selectiva?

El procesamiento cruzado, una técnica donde las transparencias en película a color se procesan con químicos diseñados para negativos en color, genera un efecto visual altamente contrastado y con cambios notables en la tonalidad. El resultado es una imagen con colores brillantes, donde los detalles en las altas luces tienden a desaparecer, creando un efecto de "lavado" o pérdida de detalle, algo característico de este tipo de procesamiento. Las sombras, por otro lado, suelen mantenerse intensas, lo que contrasta de manera poderosa con las altas luces.

Para crear digitalmente este efecto, uno de los métodos más efectivos es manipular las curvas de los canales de color en el control de "Curvas" (Curves) de un software de edición. Si bien los valores propuestos pueden servir como guía inicial, es probable que necesites ajustar las curvas, especialmente la curva maestra RGB, para adaptarla a las características específicas de las imágenes con las que estás trabajando. A medida que ajustas los colores y el contraste, puede que desees dejar el ajuste de la densidad general para el final, para evitar que la imagen se vuelva demasiado oscura o demasiado clara.

En el caso de las transparencias procesadas como negativos, el resultado tiende a ser una imagen con un alto contraste, con una tendencia a los tonos cian. A pesar de los fuertes contornos y colores saturados, esta técnica logra un equilibrio tonal aceptable, especialmente cuando las altas luces están equilibradas por sombras profundas y colores saturados. El uso de esta técnica es particularmente eficaz cuando se desea obtener una imagen visualmente impactante, con colores vibrantes y un contraste extremo.

Otra cuestión que puede surgir durante el procesamiento digital es la posterización, un fenómeno en el cual las transiciones suaves entre colores y tonos se vuelven abruptas, creando áreas con transiciones marcadas de color. Esto suele ocurrir si la calidad del escaneo es insuficiente, ya sea por una profundidad de bits baja o una resolución inapropiada. Si el escaneo original no es lo suficientemente detallado, la única solución es realizar un nuevo escaneo con una mayor calidad de imagen.

En cuanto al proceso de desaturación, es importante comprender que no es necesario saturar excesivamente una imagen para darle impacto. Puedes optar por tonos desaturados, aquellos que contienen más gris que color, para lograr un efecto más sutil. Este enfoque es útil cuando se desea reducir la intensidad de ciertos colores dentro de una imagen, disminuyendo su impacto visual, mientras que otros elementos permanecen más vívidos. De hecho, la desaturación selectiva, donde se reduce el color en ciertas áreas específicas de la imagen, puede ser una herramienta muy eficaz para eliminar distracciones visuales sin perder el impacto de las zonas clave de la composición.

El control de la saturación del color, disponible en casi todos los programas de manipulación de imágenes, es otra técnica útil. Para disminuir la saturación global, basta con reducir el control de saturación de la imagen. Sin embargo, si deseas reducir selectivamente ciertos colores sin afectar el resto de la composición, puedes elegir áreas específicas de la imagen para desaturarlas, mientras mantienes otras zonas con colores más saturados. Este proceso de "desaturación parcial" permite crear imágenes con contrastes de color dramáticos, conservando una estética visualmente dinámica.

Es esencial trabajar con cuidado al hacer ajustes de color y saturación. A menudo, el ojo humano tiene dificultades para juzgar los cambios continuos en el color en la pantalla, lo que puede llevar a sobrepasar el ajuste deseado. Por lo tanto, es recomendable hacer ajustes graduales y pausar frecuentemente el proceso para revisar el resultado, evitando que el color se "pierda" o que la imagen pierda su vitalidad.

En cuanto a la creación de tintes a partir de originales en color, este proceso puede emplearse para simular la tonalidad de las películas de color de épocas pasadas. Para ello, se pueden utilizar filtros que ajusten tanto el tono como la saturación de la imagen, creando un ambiente nostálgico o de estilo vintage. Un ejemplo de esto es el uso de tintes dorados sobre una imagen, reduciendo la saturación de los tonos verdes y azules, mientras que las áreas más saturadas, como los rojos y amarillos, se mantienen intactas, generando una atmósfera cálida y retro.

Para obtener una mayor precisión en los ajustes, los programas de edición permiten herramientas avanzadas como la opción "Replace Color" y la selección de áreas de color específica mediante la manipulación del rango de tonos. Esto te permite hacer ajustes finos y dirigidos, garantizando que solo las áreas deseadas se vean afectadas por el cambio de color o saturación.

Al utilizar técnicas como la desaturación selectiva y el procesamiento cruzado, se pueden lograr resultados visualmente poderosos y emocionalmente impactantes. Sin embargo, es importante recordar que cada imagen es única y requerirá ajustes específicos. Experimentar con los controles de color, tonalidad y saturación de manera creativa es fundamental para dominar estos procesos y obtener resultados que expresen la visión del fotógrafo o el diseñador.

¿Cómo seleccionar y aislar áreas en Photoshop para obtener resultados más profesionales?

En el proceso de edición digital, la selección precisa de áreas específicas de una imagen es un paso esencial para cualquier tipo de manipulación o composición. Sin embargo, realizar una selección perfecta no siempre es sencillo. Existen diversas herramientas y métodos disponibles en programas como Photoshop que permiten trabajar con distintas áreas de una imagen, adaptándose a los requerimientos específicos de cada proyecto.

Uno de los aspectos más importantes cuando se trabaja con selecciones es entender cómo el "feathering" o desenfoque de bordes afecta el resultado final. A medida que aumentamos el radio de feathering, los bordes de la selección se suavizan, lo que ayuda a evitar bordes duros que podrían hacer que la imagen final se vea artificial o recortada. Por ejemplo, al seleccionar un área alrededor de un sujeto con cabello, el feathering es crucial para que los bordes del cabello no se vean como una línea cortada, sino que se mezclen suavemente con el fondo. Este ajuste, dependiendo de la situación, debe hacerse con mucho cuidado. Si estamos tratando con áreas más definidas, como una figura sobre un fondo uniforme, el feathering debería ser mínimo o nulo para mantener la limpieza de la selección.

Las herramientas disponibles para hacer selecciones pueden variar en función del tipo de contorno o área que necesitemos aislar. El Lasso, por ejemplo, es ideal para seleccionar áreas irregulares, pero se debe tener en cuenta que es más tedioso y susceptible a errores. El Lasso Magnético ofrece una alternativa más precisa, ya que sigue automáticamente los contornos del objeto al que se le acerca. De la misma forma, la herramienta de Selección Rápida permite seleccionar rápidamente grandes áreas con bordes suaves, ideal cuando se trabaja con elementos complejos como el cabello o superficies translúcidas.

Sin embargo, hay métodos más avanzados como la herramienta de Rango de Color (Color Range) y la varita mágica (Magic Wand) que permiten seleccionar píxeles basados en su color y saturación. Esto es útil especialmente cuando el sujeto se distingue del fondo por un color dominante o cuando se busca aislar un color específico en la imagen. En el caso de usar Rango de Color, se puede refinar la selección utilizando el control de Fuzziness, que determina qué tan amplio será el rango de colores seleccionados. Este ajuste es crucial para obtener una selección precisa sin incluir colores no deseados.

El proceso de selección también puede estar acompañado de técnicas más complejas como la creación de máscaras. Las máscaras en Photoshop permiten aislar áreas de una imagen para aplicar efectos o modificaciones sin afectar el resto de la composición. Por ejemplo, al usar la opción de Quick Mask, se puede pintar directamente sobre la imagen y convertir esas áreas en selecciones que pueden luego ser refinadas o utilizadas para aplicar ajustes específicos. Estas herramientas son esenciales cuando se desea un control más preciso sobre el resultado final de una edición.

En ciertos casos, la técnica de "Remasking" o rehacer la máscara, usando herramientas especializadas como Topaz Remask o Perfect Mask, puede ser útil. Estas herramientas permiten redefinir las áreas a mantener y las que se deben eliminar, haciendo que el proceso de edición sea más rápido y menos propenso a errores. Los efectos de transición entre áreas conservadas y eliminadas son particularmente importantes cuando se trabaja con objetos delicados como vidrios o pelo, donde los bordes pueden ser complicados de seleccionar manualmente.

Es importante recordar que, aunque los programas de edición ofrecen herramientas poderosas, la selección siempre requerirá un grado de juicio personal. No siempre se puede confiar completamente en las herramientas automáticas, especialmente cuando se trata de sujetos complejos. A menudo es necesario ajustar y refinar la selección manualmente para obtener el resultado más limpio y natural posible. Esto es especialmente cierto cuando se trabajan con bordes sutiles, como los de los cabellos o las sombras en un fondo translúcido, donde la precisión es esencial para evitar bordes artificiales.

Además, el uso de una tableta gráfica puede ser de gran ayuda. Aunque las herramientas de selección son eficaces con el ratón, la precisión de una tableta permite un control más fino y detalles más precisos, lo que es crucial cuando se trabaja con áreas complejas y detalladas.

Es fundamental entender que la selección no solo sirve para aislar un área de una imagen, sino que también tiene aplicaciones fundamentales en la creación de composiciones fotográficas, la manipulación de imágenes y la creación de efectos visuales. Por lo tanto, comprender a fondo cómo funcionan estas herramientas y cuándo aplicarlas de manera correcta será la base de un trabajo más profesional y refinado. A medida que perfeccionamos nuestras habilidades de selección, también mejorará nuestra capacidad para manipular y ajustar imágenes con una calidad visual mucho más alta.