¿Cómo se resuelven ecuaciones diferenciales por partes y qué papel juega la continuidad?
Cuando una ecuación diferencial de primer orden presenta un cambio estructural en un punto específico del dominio —como una discontinuidad o una condición especial—, la solución debe dividirse en tramos. El tratamiento de tales problemas requiere resolver la ecuación en cada subintervalo y luego unir las soluciones aplicando condiciones de continuidad, que garantizan que la solución completa sea coherente física o matemáticamente.
En el caso específico que analizamos, la función y(x) se define en dos intervalos: 0≤x<1 y x>1, con una posible discontinuidad en x=1. Para obtener una solución válida en todo el dominio, se imponen condiciones en el punto de unión. Estas condiciones pueden derivarse del contexto físico del problema o, como en este caso, de la necesidad de continuidad de la función.
El valor de la función a la izquierda de x=1, denotado como y(1−), se calcula a partir de la solución en el intervalo 0≤x<1, y es igual a 3e−1. Para mantener la continuidad, la solución a la derecha de x=1, es decir y(1+), debe coincidir en valor con y(1−). Esta igualdad impone una condición que permite determinar constantes de integración en la segunda parte de la solución. Así se encuentra que K=3, y la solución completa se ensambla de la siguiente forma:
\begin{cases}
(x + 2)e^{ -x}, & 0 \leq x < 1 \\
3e^{ -x}, & x > 1
\end{cases}y(x)={(x+2)e−x,3e−x,0≤x<1x>1
Este tipo de soluciones por tramos es frecuente cuando el comportamiento de un sistema cambia bruscamente en un punto, como ocurre en problemas de circuitos eléctricos conmutados, dinámica de poblaciones con cambios en el entorno, o transferencia de calor en medios con interfaces.
Más adelante, la técnica de transformadas de Laplace permite evitar este proceso de fragmentación. En lugar de resolver el problema por partes y unir las soluciones mediante condiciones de continuidad, se puede transformar la ecuación al dominio de Laplace, resolverla allí como una sola entidad, y luego aplicar la transformada inversa para obtener la solución completa. Esto simplifica significativamente el tratamiento de sistemas lineales con condiciones iniciales o discontinuidades.
El uso de herramientas como MATLAB permite visualizar estas soluciones de manera numérica y gráfica. La figura correspondiente en el texto (Figura 1.5.8) representa cómo varía y(x) con respecto a x, mostrando la transición suave en x=1, validando así la continuidad impuesta.
Para dominar estos métodos, es esencial comprender profundamente la naturaleza del problema y cómo las condiciones iniciales y de frontera moldean la solución. La continuidad no es sólo una exigencia matemática: representa la conservación de una cantidad, la coherencia del sistema físico o una propiedad intrínseca del modelo. Perder esta continuidad implicaría un fallo en la modelización o una interpretación incorrecta del fenómeno.
Además, entender cuándo aplicar soluciones por tramos y cuándo utilizar técnicas globales como la transformada de Laplace requiere juicio matemático y experiencia. No todas las ecuaciones se prestan a una integración directa; muchas veces el camino óptimo es construir la solución paso a paso, evaluando cuidadosamente cada tramo del dominio.
¿Cómo determinar la dependencia lineal de funciones en ecuaciones diferenciales?
Para determinar si un conjunto de funciones es linealmente independiente, se debe verificar que ninguna de las funciones sea múltiplo constante de otra en el intervalo considerado. En otras palabras, dos funciones son linealmente independientes cuando ninguna de ellas es una constante multiplicada por la otra en ese intervalo.
Por ejemplo, consideremos las funciones f(x)=2x, g(x)=3x2 y h(x)=5x−8x2. Queremos comprobar si estas funciones son linealmente dependientes en la recta real. Para ello, debemos encontrar constantes C1, C2 y C3 tales que la combinación lineal C1f(x)+C2g(x)+C3h(x)=0 sea verdadera para todos los x en el intervalo, con la condición de que no todas las constantes sean cero. Al realizar un cálculo rápido, encontramos que 15f(x)−16g(x)−6h(x)=0, lo que demuestra que las funciones f(x), g(x) y h(x) son linealmente dependientes.
Otro ejemplo importante es el de las funciones f(x)=x y g(x)=∣x∣. Estas funciones son linealmente dependientes en el intervalo (0,∞), ya que C1x+C2∣x∣=C1x+C2x=0 se cumple para cualquier valor de C1 y C2, siempre que C1=−C2. Sin embargo, si consideramos el intervalo (−∞,0), las funciones siguen siendo linealmente dependientes, pero en este caso, C1=C2.
A pesar de que se podría usar el concepto fundamental de independencia lineal para verificar si un conjunto de funciones es dependiente o no, el siguiente teorema introduce un procedimiento más directo para realizar esta comprobación.
Teorema: Prueba de independencia lineal mediante el Wronskiano
Supongamos que f1(x),f2(x),…,fn(x) poseen al menos n−1 derivadas. Si el determinante de las funciones f1(x),f2(x),…,fn(x) y sus derivadas hasta el orden n−1 no es cero en al menos un punto del intervalo I, entonces las funciones son linealmente independientes en ese intervalo. Este determinante se denomina el Wronskiano de las funciones y se denota como W[f1(x),f2(x),…,fn(x)].
La prueba de este teorema se realiza por contradicción. Supongamos que f1(x) y f2(x) son linealmente dependientes en el intervalo I, y que W[f1(x0),f2(x0)]=0 para algún punto x0 en I. Si estas funciones son dependientes, debe existir una combinación lineal no trivial de las mismas, es decir, constantes C1 y C2, que no son ambas cero, tales que C1f1(x)+C2f2(x)=0 para todo x en I. Derivando esta ecuación, obtenemos una relación entre las derivadas de las funciones, y finalmente llegamos a una contradicción con la suposición inicial de que el Wronskiano no es cero. Esto prueba que las funciones deben ser linealmente independientes si el Wronskiano no es cero.
Ejemplo: Dependencia lineal de funciones exponenciales
Consideremos las funciones f(x)=x, g(x)=xex y h(x)=x2ex. Para verificar si son linealmente independientes, calculamos su Wronskiano: