La simulación de dinámicas de fluidos mediante el método de partículas suavizadas (SPH, por sus siglas en inglés) ha avanzado considerablemente en las últimas décadas, particularmente en lo que respecta a la modelización de flujos de líquidos en diversos entornos. Uno de los desafíos fundamentales en este tipo de simulaciones es la implementación de condiciones fronterizas reflectivas, las cuales son cruciales para la precisión de los resultados en simulaciones de fluidos en dominios cerrados o con obstáculos. Estas condiciones permiten que el flujo se refleje en las fronteras sin generar alteraciones no físicas, lo que es esencial para obtener simulaciones que sean representativas de la realidad.

El objetivo de este capítulo es proporcionar una visión general de las rutinas computacionales diseñadas para implementar condiciones fronterizas reflectivas en simulaciones SPH de fluidos. Estas rutinas no sólo son fundamentales para la validación de los estudios de caso presentados en obras previas, sino que también sirven como una base sólida para que investigadores y estudiantes puedan desarrollar sus propias simulaciones en dominios bidimensionales (2D) y tridimensionales (3D). Las rutinas están pensadas para aquellos que ya poseen conocimientos básicos del método SPH y de programación en FORTRAN, lo que les permitirá adaptarlas para otros tipos de simulaciones.

En el contexto de las simulaciones de fluidos, las condiciones fronterizas reflectivas son esenciales para evitar la penetración de partículas fuera de los límites establecidos, un problema común en las simulaciones de SPH si no se implementan correctamente. Este tipo de condición asegura que las partículas que llegan a la frontera se desplacen de manera consistente con el flujo original, lo que implica un reflejo perfecto en la frontera sin pérdida de energía ni distorsión del flujo.

Las rutinas presentadas en este libro cubren tres casos fundamentales:

  1. Fluido uniforme e incomprensible en reposo dentro de un reservorio (caso bidimensional), utilizado para ilustrar la aplicación de las condiciones fronterizas reflectivas en un sistema estático, donde se busca comprobar la estabilidad de la simulación en condiciones de reposo.

  2. Ruptura de presa sobre un lecho seco (caso bidimensional), que representa una de las aplicaciones más comunes de simulaciones de SPH, especialmente en estudios de flujos transitorios y la propagación de ondas de choque.

  3. Ruptura de presa sobre un lecho seco en tres dimensiones, donde el comportamiento del fluido es más complejo debido a la adición de una dimensión espacial, lo que requiere una implementación más avanzada de las condiciones reflectivas.

Uno de los aspectos más importantes a considerar al trabajar con estos casos es la correcta elección de los parámetros iniciales, el número de partículas y la configuración de los dominios. La convergencia de los resultados de la simulación está directamente relacionada con estos parámetros. Incluso pequeños cambios en el número de partículas o en los valores de los parámetros pueden generar resultados significativamente diferentes. Esto resalta la importancia de comprender no solo cómo usar las rutinas, sino también cómo ajustarlas según las necesidades específicas de cada simulación.

El proceso de implementación de estas rutinas no pretende ser una solución lista para usar en entornos paralelizados o programados para ejecución en GPU CUDA. El objetivo es proporcionar una base sólida para investigadores y estudiantes, que puedan, a partir de este punto, modificar y adaptar el código a sus necesidades, añadiendo nuevas características o ajustando los modelos para explorar otros escenarios. Las rutinas presentadas aquí están pensadas para funcionar como una herramienta educativa y de validación en el contexto de la investigación básica en dinámica de fluidos.

El libro también subraya la importancia del conocimiento en el lenguaje de programación FORTRAN, que sigue siendo un estándar en muchas simulaciones científicas. Esto se debe a que las simulaciones en SPH a menudo requieren una alta eficiencia computacional, y FORTRAN es ampliamente reconocido por su capacidad para manejar grandes volúmenes de datos de manera eficiente. Además, se recomienda que el lector tenga al menos un entendimiento básico de la mecánica de fluidos computacional, particularmente en lo que respecta a las simulaciones basadas en partículas.

Más allá de las rutinas computacionales proporcionadas, es fundamental que los lectores comprendan los principios físicos subyacentes en la dinámica de fluidos. El método SPH, basado en la interpolación de partículas, ofrece una ventaja significativa en la simulación de fluidos en dominios complejos o con geometrías irregulares, lo que lo convierte en una herramienta poderosa para la investigación. Sin embargo, la correcta interpretación de los resultados obtenidos, especialmente en situaciones extremas como la ruptura de presas, depende de una comprensión profunda de los fenómenos físicos involucrados.

Para aquellos interesados en expandir sus estudios o investigaciones, es recomendable explorar más a fondo las implicaciones de la resolución espacial en las simulaciones SPH. La resolución de la malla y el número de partículas juegan un papel crucial en la precisión de los resultados, especialmente en flujos no lineales o en sistemas con alta turbulencia. Además, se debe considerar el impacto de las condiciones iniciales y la configuración de la frontera en el comportamiento a largo plazo del sistema simulado.

¿Cómo se implementan las fuerzas externas y la aceleración en simulaciones de partículas?

En simulaciones numéricas que involucran dinámicas de partículas, es fundamental calcular con precisión las fuerzas y las aceleraciones que afectan a cada partícula para poder modelar su comportamiento bajo diferentes condiciones físicas. La implementación de subrutinas específicas para gestionar estos cálculos se convierte en un paso crucial en el desarrollo del modelo. A continuación, se presentan varias subrutinas que desempeñan un papel clave en la determinación de las fuerzas externas y las aceleraciones de las partículas.

Una de las primeras tareas al implementar una simulación es inicializar las fuerzas externas que afectan a las partículas. En este caso, se utiliza una subrutina de fuerzas externas que asigna a todas las partículas un valor de aceleración gravitacional constante en la dirección vertical (negativa), es decir, -9.81 m/s², mientras que la componente horizontal de la fuerza gravitacional es cero. Esto simula un campo gravitacional uniforme, un supuesto común en muchos modelos.

A continuación, la aceleración de cada partícula es calculada en base a la suma de las fuerzas de presión, viscosas y gravitacionales. Cada una de estas fuerzas actúa sobre las partículas en direcciones específicas y debe ser integrada para obtener la aceleración total. La subrutina de aceleración toma en cuenta las fuerzas de presión, las fuerzas viscosas (debido a las interacciones entre partículas) y la fuerza gravitacional, realizando la operación correspondiente para cada partícula en cada dimensión (x, y). Esta aceleración es crucial, ya que determina el cambio de velocidad de cada partícula en el siguiente paso temporal.

Una de las complejidades adicionales en este tipo de simulaciones es la corrección de las velocidades de las partículas para evitar la penetración entre ellas, un problema común en simulaciones de dinámica de fluidos y partículas. Para ello, se utiliza una técnica denominada XSPH (por sus siglas en inglés, eXtended Smoothed Particle Hydrodynamics). Esta subrutina calcula una velocidad promedio para cada partícula basada en sus vecinas, utilizando un núcleo de interacción que pondera las contribuciones de las partículas cercanas. La corrección de la velocidad es importante para garantizar que las partículas no se interpenetren, lo que podría generar resultados inexactos o inestables.

El proceso de integración temporal también es fundamental en estos modelos, ya que permite actualizar las posiciones y velocidades de las partículas a lo largo del tiempo. En la subrutina de integración temporal, se emplea el método de integración de Euler, que es eficiente para pequeños intervalos de tiempo. Este método consiste en actualizar las posiciones de las partículas sumando las velocidades multiplicadas por el paso de tiempo, y actualizar las velocidades sumando las aceleraciones multiplicadas por el mismo paso temporal. Para situaciones en las que se utiliza la corrección XSPH, las velocidades también se ajustan para tener en cuenta las interacciones locales entre partículas.

Además de estas subrutinas que manejan las fuerzas y aceleraciones, otra parte crucial de la simulación es la detección de colisiones entre partículas y las fronteras del dominio de simulación. La subrutina de detección de colisiones verifica si las partículas han tocado los límites del dominio y refleja su velocidad de acuerdo con un coeficiente de restitución, lo que implica que la energía cinética de la partícula se conserva parcialmente después del choque. Este tipo de subrutinas es importante para mantener la integridad del sistema físico modelado, evitando que las partículas atraviesen las paredes del dominio.

Además de las interacciones entre partículas y las fuerzas externas, se debe considerar que la implementación de un modelo de partículas numérico debe ser capaz de lidiar con condiciones de contorno, como las superficies libres, los obstáculos y las interacciones complejas entre diferentes materiales. A medida que el número de partículas en el modelo aumenta, la eficiencia computacional se convierte en un factor crucial. El algoritmo debe ser capaz de manejar grandes cantidades de datos sin comprometer la precisión de los resultados, lo cual requiere optimizaciones tanto en las operaciones de cálculo como en la memoria utilizada.

El conocimiento y la implementación precisa de estas subrutinas no solo son esenciales para la simulación de partículas en un entorno físico, sino también para garantizar que los resultados obtenidos sean realistas y útiles en la predicción de fenómenos naturales o en la simulación de procesos industriales.

¿Cómo se calcula la distancia mínima en una simulación de colisión en tres dimensiones?

En un escenario de simulación de partículas en un lecho seco, uno de los aspectos cruciales es la detección precisa de las colisiones de partículas con planos. El proceso de cálculo de la distancia mínima entre una partícula y varios planos de colisión es complejo, pero esencial para asegurar la integridad de la simulación. La metodología empleada en este caso abarca desde el cálculo de la distancia absoluta hasta la toma de decisiones sobre cuál de los planos representa la colisión más cercana, considerando incluso colisiones simultáneas con múltiples planos.

El algoritmo parte de la idea de que la distancia entre la partícula (denotada por PIP_I) y un punto inicial P0P_0 se determina mediante el valor absoluto de la diferencia en las coordenadas de las posiciones. Este valor absoluto es clave, ya que asegura que cualquier valor negativo se convierta en positivo, permitiendo una comparación precisa de las distancias.

Una vez calculadas las distancias de la partícula a cada uno de los seis posibles planos de colisión, se identifica el plano más cercano a la partícula. El algoritmo verifica, en primer lugar, si la partícula ha colisionado con algún plano. Si no se ha producido ninguna colisión, se asigna un valor predeterminado que indica que no se ha detectado ningún impacto. En el caso de que la distancia de la partícula con respecto a algún plano sea la más corta, esa se considera la colisión primaria. Si la partícula se encuentra a la misma distancia de dos planos, se considera que ha colisionado con ambos planos simultáneamente. En situaciones más complejas, como cuando la distancia a tres planos es idéntica, el sistema considera una colisión simultánea con los tres planos, lo que implica una colisión en la esquina.

Este método es sumamente detallado, pues se ajusta continuamente a nuevas distancias para asegurar que siempre se detecte la colisión más cercana. Además, la precisión en los cálculos es esencial, por lo que se emplean métodos de redondeo que garantizan la exactitud de los valores durante el proceso de comparación.

Una vez determinada la colisión, se debe actualizar tanto la posición como la velocidad de la partícula. La reflexión de la partícula contra el plano de colisión se maneja mediante un coeficiente de restitución (CRCR), que influye en la magnitud de la velocidad después del choque. Si CRCR es mayor que cero, la partícula rebota sobre el plano con una velocidad reducida, dependiendo del tipo de plano con el que colisiona. Si el coeficiente de restitución es cero, la partícula se refleja directamente, y su velocidad se ajusta para mantener la conservación de la energía en el sistema.

La simulación no solo debe tener en cuenta la distancia más corta hacia un plano, sino también la naturaleza del choque, es decir, si se trata de una colisión perfecta o si se incluye algún tipo de pérdida de energía o fricción. El coeficiente de fricción juega un papel importante en la modificación de la velocidad de la partícula, particularmente en los planos horizontales, donde se espera que la partícula pierda energía debido a la fricción con el suelo.

Por lo tanto, en el contexto de simulaciones físicas en 3D, se debe prestar especial atención a varios factores para obtener resultados precisos. La detección de colisiones no solo debe ser precisa, sino también capaz de manejar múltiples interacciones entre los objetos. Además, la física de la simulación, como la reflexión de partículas y la consideración de las características del plano (como la fricción y la restitución), afecta directamente la calidad del modelo simulado.

Es crucial comprender que, además de la simple verificación de la colisión, el manejo de las interacciones físicas, como las reflexiones y los cambios en la velocidad, es lo que permite que la simulación sea realista. No basta con identificar la colisión más cercana; también es necesario modelar adecuadamente la respuesta física de las partículas para garantizar que la simulación refleje con precisión las leyes de la física en un entorno tridimensional.

¿Cómo se realizan las correcciones de velocidad y posiciones en simulaciones de partículas tras las colisiones con planos en un entorno tridimensional?

En simulaciones de dinámica de partículas, especialmente cuando se trata de colisiones con superficies planas en un entorno tridimensional, es crucial llevar a cabo cálculos precisos para determinar la nueva posición y velocidad de las partículas después de cada colisión. Estos cálculos dependen de múltiples factores, entre ellos el coeficiente de restitución (CR) y el coeficiente de fricción, que modifican la trayectoria y velocidad de las partículas de manera diferente dependiendo de la naturaleza del choque.

Cuando una partícula entra en colisión con un plano, el algoritmo primero determina la posición de la partícula en el momento previo a la colisión. A continuación, se calcula su nueva posición, que se ajusta en función del radio de la partícula y la distancia entre el centro de la partícula y el plano. Si la colisión es elástica (CR > 0), la nueva posición de la partícula se ajusta en función del coeficiente de restitución, lo que implica que la partícula rebota, lo que se traduce en un cambio en la dirección de su movimiento. El ajuste de la velocidad de la partícula, en este caso, ocurre reflejando las componentes de la velocidad según el plano de colisión.

Este proceso varía dependiendo de qué plano se utilice para la colisión. En el caso de colisiones con el plano inferior (por ejemplo, plane_col.eq.3), la partícula reflejará su posición respecto a las coordenadas del plano y su velocidad se ajustará en función de la dirección de la normal del plano y el coeficiente de fricción. Por otro lado, si la colisión ocurre contra el plano superior o el plano frontal, los cálculos seguirán el mismo principio de reflexión, pero con diferentes parámetros de normalización y ajustando la velocidad de las partículas para cada uno de estos escenarios específicos.

En los casos donde las partículas colisionan contra varios planos de forma simultánea, como se observa en el caso de ncol.eq.2, el algoritmo debe decidir cuál es el plano predominante para determinar la posición y la velocidad finales. Esto es particularmente importante cuando las partículas se encuentran cerca de las intersecciones de varios planos, lo que requiere un enfoque de cálculo más preciso para garantizar la integridad de la simulación.

El cálculo de la nueva posición de la partícula, también conocido como la "nueva posición C_0", se lleva a cabo sumando los desplazamientos calculados de acuerdo con las componentes de las normales de los planos involucrados en la colisión. De este modo, se asegura que la partícula no atraviese el plano, sino que se refleje correctamente en la superficie, manteniendo la coherencia física de la simulación.

Una vez que la nueva posición es calculada, se actualizan las matrices de posición y velocidad para reflejar estos cambios, asegurando así que las partículas sigan una trayectoria realista en el siguiente paso de la simulación.

Es fundamental que el lector comprenda que la precisión de estas simulaciones depende no solo de los cálculos geométricos que determinan las posiciones y velocidades de las partículas, sino también de cómo los parámetros físicos (como el coeficiente de restitución y la fricción) influyen en el comportamiento de las partículas tras cada colisión. Además, al simular colisiones con varios planos, la correcta interpretación y ejecución de los algoritmos de reflexión y refracción se vuelve esencial para modelar con exactitud las trayectorias de las partículas, especialmente en entornos complejos como los de flujos de líquidos o gas en espacios cerrados.