El diseño de las conexiones en estructuras de acero es crucial para garantizar la seguridad y la eficiencia del proyecto. Estas conexiones, ya sean atornilladas, soldadas o combinadas, deben ser calculadas cuidadosamente teniendo en cuenta diversos factores como las fuerzas que actúan sobre ellas, las características del material y las condiciones de carga.

En primer lugar, se deben considerar las fuerzas internas que actúan sobre los elementos estructurales. Por ejemplo, en una conexión atornillada, el diseño de la resistencia al desgarro de la placa de la conexión, o "block tearing", se basa en las tensiones de corte que se generan en las filas de pernos. Este tipo de fallo ocurre cuando la tensión cortante a lo largo de la fila de pernos es excesiva, lo que produce una rotura de la zona de la conexión. La resistencia de estas conexiones puede calcularse mediante una fórmula que toma en cuenta tanto la resistencia a la tracción de los materiales como la de los pernos.

En las conexiones de ángulos, el área neta de la sección transversal desempeña un papel importante. Si el ángulo es asimétrico, el área neta se determina utilizando un ángulo de igual pierna equivalente, que tiene el mismo tamaño que la pierna más pequeña del ángulo original. De esta manera, se puede determinar correctamente la capacidad de carga de la conexión, teniendo en cuenta las características geométricas de los elementos involucrados.

Cuando las conexiones están sometidas a cargas excéntricas, el análisis debe ser más detallado, considerando no solo las tensiones de corte, sino también los momentos de flexión inducidos. El cálculo de la resistencia de estas conexiones bajo carga excéntrica sigue un enfoque similar al de las cargas concéntricas, pero se ajusta para tener en cuenta la distribución desigual de las fuerzas.

En cuanto a las conexiones mediante soldadura, estas son cruciales para muchas estructuras de acero. Las soldaduras se clasifican según su tipo (por ejemplo, soldaduras a tope, de filete o de ranura) y su posición (horizontal, vertical, sobrecabeza, plana). Las soldaduras de filete, aunque generalmente más débiles que las de ranura, son más utilizadas en la práctica debido a que permiten mayor tolerancia durante la erección de las estructuras. Sin embargo, las soldaduras de ranura son preferidas cuando se requiere una mayor resistencia. Por otro lado, las soldaduras de plug y ranura, aunque no son tan fiables para transmitir fuerzas de tracción perpendiculares, se utilizan en casos donde se requiere una solución más económica o rápida, aunque su calidad es difícil de controlar.

Además, es importante entender que la resistencia de las soldaduras se define por la resistencia del material base y la del electrodo de soldadura. En el diseño de conexiones soldadas, es esencial calcular correctamente estas resistencias para asegurarse de que la soldadura pueda soportar las tensiones a las que será sometida. Esto incluye tanto las cargas axiales, como las fuerzas de corte y los momentos de flexión. La normatividad para el diseño de las soldaduras, por ejemplo, la norma AISC o el código europeo EN1993, proporciona las fórmulas y parámetros para determinar la resistencia de las soldaduras en diferentes condiciones de carga.

En el diseño de uniones soldadas, la elección de la soldadura adecuada depende de varios factores, como la ubicación de la soldadura, el tipo de material y las fuerzas que se transferirán a través de la conexión. Las soldaduras de penetración total son las más fuertes, pero en muchos casos, se utilizan soldaduras de penetración parcial debido a la facilidad de fabricación y la reducción de costos.

Es crucial que el diseño de las uniones soldadas y atornilladas tenga en cuenta los factores de seguridad, como los coeficientes parciales de seguridad para el acero. Estos coeficientes se utilizan para garantizar que las conexiones sean suficientemente fuertes para soportar las cargas máximas esperadas durante la vida útil de la estructura.

Además, la calidad de las conexiones no depende únicamente de los cálculos estructurales, sino también de la correcta ejecución de las mismas. Las tolerancias de fabricación, el control de calidad durante la fabricación y la correcta instalación en el sitio son factores clave que afectan la durabilidad y seguridad de las conexiones.

Por último, es importante recordar que, además de las conexiones fundamentales como las soldadas y atornilladas, las uniones en los miembros de la estructura deben tener dimensiones mínimas adecuadas, como el grosor de las placas de conexión y su longitud. Estas dimensiones deben ser suficientes para garantizar que la conexión pueda resistir las fuerzas aplicadas sin fallo.

¿Cómo se realizan las pruebas no destructivas en estructuras de acero?

Las pruebas no destructivas (PND) son esenciales en la industria del acero, ya que permiten garantizar que los productos cumplen con las normas requeridas sin comprometer su integridad. En particular, la soldadura es una actividad crítica que requiere atención especial, y para ello es necesario definir las técnicas apropiadas que se deben utilizar de acuerdo con los estándares, con el fin de asegurar que el producto final esté conforme con las especificaciones establecidas. Es fundamental que las personas que realicen estas pruebas cuenten con la certificación correspondiente, la cual se divide en tres niveles, según la Asociación ASNT (American Society for Nondestructive Testing).

El primero de estos métodos es la inspección visual, que, a pesar de ser aparentemente sencilla, requiere de ciertas precauciones y parámetros. Según la normativa ASME V, la inspección visual directa debe realizarse cuando se pueda colocar el ojo a una distancia no mayor de 600 mm de la superficie a examinar, y el ángulo de visión debe ser al menos de 30°. Se pueden utilizar espejos para mejorar el ángulo de visión y lentes de aumento para asistir en el examen detallado. La iluminación adecuada es crucial, siendo necesaria una intensidad mínima de 100 lux (equivalente a 100 foot candles). Este tipo de inspección depende principalmente de la habilidad del inspector y su experiencia, ya que se basa en la observación directa. Sin embargo, se dispone de herramientas como el medidor de espesor de soldadura (figura 10.1) que permite verificar que la soldadura cumple con el grosor requerido, así como herramientas para medir la concavidad y convexidad de la soldadura de ángulo (figura 10.2). Además, el calibrador vernier, con una precisión de hasta 0.05 mm (figura 10.3), es esencial para medir con exactitud el grosor del metal base y la soldadura. En caso de que se presenten cavidades en el metal base o entre el metal y la soldadura debido a un proceso de soldadura deficiente, se utilizan herramientas específicas para medir las imperfecciones (figura 10.4).

El siguiente método de prueba no destructiva más relevante es el radiográfico, basado en la aplicación de radiación electromagnética de alta energía para penetrar los materiales. El uso de rayos X o fuentes radiactivas como Ir-192, Co-60 o Cs-137, permite observar posibles discontinuidades internas en las estructuras de acero, como porosidades, grietas o fallas de soldadura. La radiografía, debido a su alta precisión y documentación detallada, es una de las técnicas más confiables, pero conlleva riesgos para la salud si no se siguen las medidas de seguridad adecuadas. El principio fundamental de esta técnica es que la radiación se absorbe de manera diferente según el grosor del material. La radiación que atraviesa la muestra es captada por una película situada en el lado opuesto, generando una imagen latente que, al ser procesada, revela la estructura interna de la muestra. Es importante destacar que, para que la prueba sea efectiva, el objeto debe ser accesible desde ambos lados.

Dentro de este campo, la tasa de desintegración de los isótopos radiactivos es un aspecto relevante, ya que los radiactivos usados en este tipo de pruebas se desintegran con el tiempo, y la velocidad de esta desintegración depende del isótopo utilizado. La unidad básica para medir el material radiactivo es el curie, que se define como la cantidad de material radiactivo que se desintegra a la misma velocidad que 1 g de radio puro. La actividad específica, que se refiere a la relación entre la masa del material radiactivo y su actividad, se expresa en curies por gramo. A modo de ejemplo, el Cobalto-60 tiene una actividad específica de 50 curies por gramo, mientras que el Iridio-192 tiene una actividad de 350 curies por gramo.

Los isótopos radiactivos no se desintegran de forma uniforme, sino que cada tipo tiene su propio tiempo de vida media, lo que se traduce en la cantidad de tiempo necesario para que la mitad de sus átomos se desintegren. Esto significa que la elección de un isótopo adecuado para las pruebas dependerá de su vida media y su actividad específica. Por ejemplo, el Cobalto-60 tiene una vida media de 5,3 años, mientras que el Iridio-192 tiene una vida media de solo 75 días.

Es esencial que el operario esté completamente familiarizado con los riesgos asociados con el uso de radiación y que se respeten todas las normativas de seguridad al manipular materiales radiactivos. El uso de estos isótopos debe estar estrictamente controlado y solo debe ser realizado por personal certificado y entrenado en las mejores prácticas para garantizar no solo la calidad de la estructura de acero, sino también la seguridad de los operarios y el entorno.

A lo largo del proceso de inspección no destructiva, es fundamental mantener un registro detallado de cada prueba, asegurando la trazabilidad de cada operación y el cumplimiento de las normativas de seguridad e ingeniería. Además, el inspector debe estar capacitado para reconocer cualquier tipo de anomalía que pueda indicar una falla potencial en la estructura. Este tipo de pruebas es particularmente relevante en la construcción de grandes estructuras metálicas, como puentes, rascacielos y plantas industriales, donde la integridad del material es crucial para garantizar la seguridad y durabilidad de la obra.

¿Cómo se lleva a cabo el proceso de diseño y construcción de estructuras de acero?

En la fase de estudio de viabilidad, el enfoque principal es el análisis económico, aunque los ingenieros estructurales brindan asistencia menor. Durante esta etapa, el ingeniero actúa como consultor del propietario, constructor o financista potencial. No solo debe reconocer los sistemas estructurales estándar que valen la pena investigar para el caso específico, sino también idear nuevos sistemas o modificarlos para cumplir con demandas especiales. Generalmente, se realizan diseños preliminares muy esquemáticos, basados más en el juicio y la experiencia que en cálculos rigurosos. Se estima el costo aproximado de los esquemas más prometedores y se comparan con los presupuestos tentativos. Los cronogramas de tiempo se preparan de manera general en esta fase. Si el proyecto parece razonable, el siguiente paso es convencer a otros de su viabilidad. En algunos casos, este proceso también incluye la definición de un sitio adecuado si no ha sido previamente determinado.

La experiencia del ingeniero o de la oficina de ingeniería es crucial en esta etapa, ya que las decisiones tomadas en estas primeras fases tienen un impacto significativo en el éxito del proyecto. Las ideas generadas aquí influirán considerablemente en el curso futuro de la construcción, por lo que la preparación técnica y la capacidad de anticiparse a problemas potenciales son fundamentales.

La fase de diseño preliminar exige un equipo de ingeniería competente, ya que es cuando el ingeniero debe decidir qué tipo de estructura proporcionará la función deseada al menor costo posible. En esta etapa, el diseñador selecciona entre diferentes alternativas de sistemas estructurales, como el uso de cerchas, marcos, vigas principales o solo viguetas. En el caso de edificios de gran altura, el ingeniero debe elegir el tipo de sistema estructural que resistirá las cargas laterales causadas por el viento y los terremotos. Los sistemas que se pueden considerar incluyen paredes de corte, sistemas tubulares, marcos con paredes de corte y diferentes tipos de refuerzos, como los sistemas de refuerzo en X o K.

La fase de diseño detallado requiere que el propietario cuente con un conjunto completo de planos, especificaciones, lista de materiales y, en general, un paquete completo de licitación. Las refacciones y modificaciones pueden realizarse durante este diseño detallado, pero la estructura básica ya debería estar definida al comenzar esta fase. Aquí se realiza un análisis estructural detallado y el dimensionamiento de los elementos. Este trabajo, en particular, se enfoca en sistemas estáticamente indeterminados, pero también puede involucrar sistemas determinados, utilizando aproximaciones sucesivas para encontrar las dimensiones adecuadas. La competencia técnica actualizada y la alerta son requisitos fundamentales en este proceso.

En la fase contractual, el ingeniero estructural participa generalmente en las negociaciones con los contratistas o en la revisión de las ofertas competitivas. Con frecuencia, los contratistas plantean preguntas técnicas o proponen alternativas de diseño que requieren el juicio del ingeniero estructural. El contrato y los documentos relacionados son supervisados por el ingeniero estructural, quien también puede participar en la preparación de la estimación final de costos, que se utiliza como base para evaluar las ofertas de construcción.

En la fase de fabricación y construcción, los planos detallados de los fabricantes de acero y otros proveedores son enviados al ingeniero para su aprobación. Un representante del ingeniero, o el propio ingeniero, permanece en el sitio durante la duración del proyecto o visita periódicamente en proyectos más pequeños. Su función principal es inspeccionar el trabajo y garantizar que la construcción cumpla con los planes y las especificaciones. También es responsable de la programación del proyecto y del progreso de la obra. A lo largo de casi todos los trabajos, surgen preguntas sobre la interpretación del diseño que requieren la atención del ingeniero.

Una vez que la obra está completada, la operación y el mantenimiento se transfieren al personal correspondiente. Sin embargo, es común que las nuevas construcciones pasen por un período de ajuste, durante el cual se encuentran necesarias alteraciones menores. Esto es particularmente cierto en estructuras novedosas o que incorporan detalles innovadores. Durante este período, el ingeniero sigue involucrado de manera activa en el proyecto, supervisando cualquier ajuste necesario.

Cabe mencionar que, en la práctica, las divisiones entre fases rara vez son tan claras como se ha expuesto aquí. A menudo, varias fases se combinan o se desarrollan de manera simultánea. Algunas fases pueden incluso omitirse por completo. Por ejemplo, si la viabilidad del proyecto es tan evidente, un estudio de viabilidad podría no ser necesario. En otros casos, si la elección de un sistema estructural es clara, el diseño final puede comenzar casi inmediatamente, incluso en estructuras tradicionales como almacenes y talleres.

Es importante entender que el proceso de diseño y construcción de estructuras de acero no es una sucesión lineal de fases, sino un proceso dinámico, en el que el ingeniero juega un papel fundamental en todas las etapas. Cada fase, aunque aparentemente separada, se interrelaciona de forma compleja, y las decisiones tomadas en las primeras fases pueden afectar de manera significativa las fases posteriores. Además, en la realidad, los plazos, los costos y los métodos de construcción pueden ajustarse en función de los cambios que surjan durante el desarrollo del proyecto.

El entendimiento de estos aspectos es esencial para comprender cómo se gestionan y optimizan los proyectos de construcción de acero, y cómo se puede asegurar la viabilidad, seguridad y eficiencia de los mismos.

¿Cómo se asegura la estabilidad en la construcción de estructuras de acero?

En el proceso de construcción de estructuras de acero, la correcta instalación de los soportes y el alineamiento de las piezas es fundamental para garantizar la estabilidad y seguridad de la edificación. La elección de configuraciones de soporte, como los soportes fijos, y el uso de placas de nivelación que son ligeramente más grandes que las placas base de las columnas, permiten una distribución adecuada del peso y una mejor fijación de la estructura. Aunque las prácticas pueden variar dependiendo del fabricante, este principio busca asegurar una base sólida para los elementos que conforman la estructura.

El uso de equipos de izaje adecuados es esencial. Un eslinga, que es un sistema de rigging empleado para conectar una carga a un dispositivo de izaje, se utiliza comúnmente para elevar las vigas. Estas eslingas se colocan en el centro de gravedad de la viga para asegurar que se mantenga nivelada durante su izado. Además, el izaje múltiple, que implica levantar varios elementos de acero simultáneamente, acelera el proceso de construcción al reducir el número total de elevaciones necesarias. En proyectos complejos, se pueden levantar hasta cuatro vigas a la vez, lo que incrementa la eficiencia sin comprometer la seguridad.

La fijación de las piezas de acero comienza después de que las estructuras son colocadas en su ubicación final, con agujeros alineados para los pernos de fijación. Este proceso puede extenderse por varios días dependiendo de la cantidad de piezas a instalar. En el caso de un proyecto en particular, se tardaron aproximadamente cinco días en izar las 166 piezas de acero correspondientes a las primeras secuencias de trabajo. La instalación del revestimiento metálico, que se fija mediante soldaduras, también es una tarea crucial en esta fase. La zona de instalación del revestimiento metálico, conocida como zona de deck controlado, permite realizar el trabajo sin necesidad de sistemas de protección personal, siempre que el acceso esté controlado, lo cual es un procedimiento común en proyectos de gran escala.

Una vez que se han colocado las plataformas metálicas, se instalan cables de seguridad perimetrales en los pisos interiores y exteriores. Estos cables sirven para proteger a los trabajadores de caídas en áreas donde aún no se han instalado sistemas de protección adicionales. Además, el proceso de soldadura de los pernos de corte, que asegura la acción compuesta entre la losa de concreto y las vigas de acero, también es fundamental. Estos pernos son sometidos a pruebas para verificar que estén correctamente soldados, cumpliendo con los estándares de calidad establecidos por códigos como el AWS D 1.1 de soldadura estructural.

El arriostramiento temporal es otro componente clave en la construcción de estructuras de acero. Antes de proceder con el alineamiento vertical, se instalan refuerzos temporales que proporcionan estabilidad lateral y permiten que la estructura se mantenga alineada durante el montaje. Estos refuerzos, generalmente hechos de alambre de acero en una configuración de X, se ajustan utilizando aparejos con tornillos, conocidos como tensores, que permiten una corrección fina de la posición vertical del marco. El uso de una teodolita permite verificar la alineación de las columnas y ajustar la estructura de manera precisa.

Cuando se termina la instalación de los marcos estructurales, el último paso consiste en realizar el "final bolt-up", o la fijación definitiva con pernos de control de tensión, conocidos como pernos F1852. Estos pernos se aprietan utilizando una llave de torque, que detiene automáticamente cuando el perno alcanza la tensión requerida, garantizando una fijación adecuada sin riesgo de aflojarse con el tiempo.

Una vez que la estructura está completamente alineada y fijada, se procede a asegurar la estabilidad lateral mediante la conexión de la estructura de acero con los ejes de ascensores y escaleras de mampostería. Los ángulos se fijan a la mampostería mediante pernos, y luego se sueldan a las vigas de acero, proporcionando así la estabilidad lateral necesaria para evitar movimientos indeseados.

Finalmente, es importante que la estructura de acero sea inspeccionada por las autoridades locales antes de continuar con la construcción. En proyectos más complejos, pueden ser necesarias inspecciones periódicas adicionales. El ingeniero de diseño tiene la responsabilidad de administrar los contratos y observar el trabajo de campo para garantizar la calidad de la obra, siempre dentro de los parámetros establecidos por las normativas locales.

Además de estos procedimientos técnicos, es crucial que el equipo de construcción esté completamente familiarizado con las normativas de seguridad y los procedimientos de inspección, ya que estos aspectos garantizan no solo la integridad de la estructura, sino también la seguridad de los trabajadores en el sitio de construcción. La sincronización en la instalación, el uso adecuado de las herramientas de medición y el mantenimiento riguroso de la calidad de los materiales son factores que deben ser vigilados a lo largo de todo el proceso de construcción.