El tensor métrico descrito anteriormente puede derivarse mediante la introducción del formalismo de dreibein de Cartan. En cada punto se define un conjunto de formas diferenciales con componentes eiμe_i^\mu y un conjunto dual de campos vectoriales eμie_\mu^i, que obedecen las relaciones de dualidad: eiμeνj=δiμe_i^\mu e_\nu^j = \delta_i^\mu y eiμeνj=δjie_i^\mu e_\nu^j = \delta^i_j, correspondiendo a la "raíz cuadrada" del tensor métrico Gμν=eiμδijejνG_{\mu\nu} = e_i^\mu \delta_{ij} e_j^\nu. Los generadores del álgebra de Clifford pueden expresarse entonces como ςμ=eiμσi\varsigma^\mu = e_i^\mu \sigma_i. Para el tensor métrico, el campo dreibein puede elegirse como eis=T^i(s)(1κ(s)q2)e_i^s = \hat{T}_i(s) (1 - \kappa(s) q^2), eiq=N^i(s)e_i^q = \hat{N}_i(s), y eiiq=B^(s)e_i^i q = \hat{B}(s), lo que permite identificar las ς\varsigma's como ςs2=3σT(1κ(s)q2)\varsigma^2_s = 3 \sigma_T(1 - \kappa(s) q^2), ςq2=σN\varsigma^{q2} = \sigma_N, y ςq3=σB\varsigma^{q3} = \sigma_B, escritas en términos de un conjunto local de tres matrices de Pauli que se mueven con el marco de Frenet-Serret: σT,σN,σB=σ(T^,N^,B^)\sigma_T, \sigma_N, \sigma_B = \sigma \cdot (\hat{T}, \hat{N}, \hat{B}).

Siguiendo el mismo espíritu de JKC, ahora aplicamos un procedimiento de cuantización de pared delgada y tomamos explícitamente en cuenta el efecto de dos potencias de confinamiento fuertes en las direcciones normal y binormal VλN(q2)V_{\lambda N}(q^2) y VλB(q3)V_{\lambda B}(q^3), respectivamente, con λN,B\lambda_{N,B} indicando dos parámetros de compresión independientes. Además, introducimos una función de onda espinorial reescalada χ\chi tal que la probabilidad lineal pueda definirse como χχdq2dq3\chi^\dagger \chi dq^2 dq^3. La conservación de la norma requiere N=Gdsdq2dq3ψψ=dsdq2dq3χχ\int \sqrt{N} = ||G|| ds dq^2 dq^3 \psi \psi = ds dq^2 dq^3 \chi^\dagger \chi, de lo cual se deduce que el espinor reescalado χψ×G1/4\chi \equiv \psi \times ||G||^{1/4}.

En el límite λN,B\lambda_{N,B} \to \infty, la función de onda espinorial se localizará en un rango estrecho cerca de q2,q3=0q^2, q^3 = 0, lo que nos permite expandir todos los términos en potencias de q2,q3q^2, q^3. A primer orden obtenemos la siguiente ecuación de Schrödinger-Pauli:

E \chi = - \eta_{\mu\nu} \kappa(s) \partial^\mu \partial^\nu + \left( -i \epsilon_{\alpha\mu\sigma\nu} \partial_\lambda \right) \frac{2m^\ast}{4} \right) - \kappa(s) \left( i \epsilon_{\mu\nu} q \right)^2 \alpha_{\mu\sigma\nu} + V_{\lambda N}(q^2) + V_{\lambda B}(q^3) \chi.

En esta ecuación, hemos utilizado que en el límite q2,q30q^2, q^3 \to 0 el único componente no nulo de la conexión afín es Γs2=κ(s)\Gamma^2_s = \kappa(s), y hemos empleado las relaciones límite para las derivadas del espinor original en términos del reescalado. La presencia de la interacción spin-órbita relativista en la ecuación (4) impide la separabilidad de la dinámica cuántica a lo largo de la dirección tangencial de la curva plana respecto al movimiento cuántico normal. Sin embargo, la fuerte cuantización en tamaño a lo largo de esta última dirección permite emplear una aproximación adiabática que puede ser codificada en el ansatz para la función de onda espinorial χ(s,q2,q3)=χT(s)×χN(q2)×χB(q3)\chi(s, q^2, q^3) = \chi_T(s) \times \chi_N(q^2) \times \chi_B(q^3).

Las funciones de onda normal y binormal resuelven la ecuación de Schrödinger:

2χ2m+VλN(q2)+VλB(q3)χN=ENχN,-\frac{\partial^2 \chi}{2m^\ast} + V_{\lambda N}(q^2) + V_{\lambda B}(q^3) \chi_N = E_N \chi_N,

lo cual sugiere que el tratamiento de las ondas cuánticas en la dirección tangencial está fuertemente acoplado con las interacciones que se generan en las direcciones normal y binormal. Al resolver esta ecuación de forma perturbativa, el comportamiento cuántico del sistema puede entenderse de manera más precisa.

Lo que se observa en este tipo de dispositivos cuánticos es que la dinámica de las funciones de onda en los anillos cuánticos con acoplamiento spin-órbita de Rashba exhibe efectos que son esenciales para el transporte cuántico y las modulaciones de conductancia. La interacción spin-órbita da lugar a una "oscilación" de la conductancia que se puede caracterizar como un efecto de Aharonov-Casher. Esto se debe a las oscilaciones de la función de onda en función de los parámetros del sistema, lo que también se traduce en un fenómeno de interferencia que altera el flujo cuántico en estos anillos.

La modulación de la conductancia también depende de la interacción de Rashba y cómo afecta a las partículas a medida que se mueven a través del anillo cuántico. Este fenómeno, comúnmente utilizado en el estudio de dispositivos cuánticos de interferencia, permite explorar la naturaleza de la espín y las correlaciones cuánticas que surgen en sistemas mesoscópicos.

Interacciones electrón-fonón en nanocables con estructuras núcleo-cáscara y su dispersión acústica

En materiales no polares, la contribución electrostática debida a las vibraciones atómicas de aniones y cationes está ausente, por lo que la principal contribución a la interacción electrón-fonón (EPH, por sus siglas en inglés) es el potencial de deformación mecánica. Las oscilaciones ópticas polares han sido estudiadas con éxito en diversas nanostructuras utilizando una aproximación de longitud de onda larga, basada en enfoques continuos. En particular, las oscilaciones en sistemas cilíndricos han sido estudiadas, pero solo para nanohilos sólidos hechos de un único material, y en algunos casos, sin tener en cuenta la dispersión a lo largo del eje del nanohilo. Varios trabajos se han centrado en obtener la dispersión de fonones acústicos en hilos y nanohilos núcleo-cáscara utilizando cálculos ab initio y enfoques continuos fenomenológicos. El enfoque fenomenológico también ha sido utilizado con éxito en estructuras de nanotubos. Además, se han reportado estudios sobre la interacción electrón-fonón para la banda de conducción, lo cual es relevante para la comprensión de estos sistemas.

El estudio de las interacciones fonón-electrón en nanostructuras de núcleo-cáscara es crucial para la comprensión del comportamiento de los nanomateriales, especialmente cuando estos materiales presentan simetrías y confinamientos espaciales que alteran las propiedades tradicionales de los fonones y su interacción con los electrones. Las oscilaciones fonónicas en estas estructuras son fundamentales para predecir propiedades ópticas y electrónicas, como la conductividad térmica y eléctrica, que son esenciales para aplicaciones en dispositivos nanoelectrónicos y optoelectrónicos.

En este contexto, las vibraciones acústicas juegan un papel importante. Para derivar la dependencia del vector de desplazamiento fonónico y las relaciones de dispersión de los fonones acústicos

¿Cómo afecta la topología del anillo cuántico a la superconductividad?

La teoría de la superconductividad en anillos cuánticos implica el estudio de la transición de fases en sistemas confinados que pueden presentar superficies de Fermi distorsionadas, lo cual tiene un impacto significativo en las propiedades electrónicas y superconductoras de estos sistemas. En el contexto de los anillos cuánticos, la topología de la superficie de Fermi juega un papel crucial al influir en la densidad de estados electrónicos (DOS) y, por ende, en las propiedades de conducción de estos sistemas. Al examinar la evolución de la topología de la superficie de Fermi, se puede observar cómo ciertos cambios en los parámetros del anillo, como la confinción vertical y horizontal, afectan la naturaleza de la superconductividad.

Inicialmente, consideramos un sistema sin confinamiento, es decir, un anillo cuántico con dimensiones grandes. En este caso, la superficie de Fermi en el espacio recíproco es esférica, y su topología está dada por un grupo de homotopía trivial, π1(S²) = 0. Al reducir la dimensión vertical del anillo (es decir, al disminuir el parámetro D), se observa que se desarrollan dos esferas de huecos que están dirigidas a lo largo del eje kz. Esta configuración de las esferas de huecos se asocia con una transición topológica de la esfera de Fermi hacia una superficie de Fermi distorsionada que pertenece al grupo de homotopía Z. Este comportamiento es análogo a lo que ocurre en las películas delgadas, donde las transiciones topológicas marcan el paso de una fase trivial a una fase con simetrías más complejas.

A medida que disminuimos el parámetro L, que determina el confinamiento en el plano del anillo, se produce una segunda transición topológica. En este caso, las esferas de huecos ya no permanecen dentro de la esfera de Fermi, sino que se proyectan fuera de ella. Este fenómeno implica una nueva transición hacia una superficie de Fermi más compleja que pertenece al grupo de homotopía Z6, lo que indica la aparición de características electrónicas nuevas, que podrían alterar las propiedades superconductoras del sistema.

La dinámica entre los parámetros D y L tiene efectos notables sobre las propiedades electrónicas. Si ambos parámetros se ajustan simultáneamente de manera que se mantenga D = L, el sistema experimenta una única transición topológica, de una superficie de Fermi esférica a una superficie distorsionada de tipo Z6. Este tipo de comportamiento destaca la importancia de la geometría del anillo cuántico y su relación con las propiedades electrónicas y superconductoras.

El cálculo del volumen ocupado de los estados libres de electrones en el espacio recíproco proporciona una comprensión más profunda de cómo estas transiciones afectan el sistema. La fórmula general para el volumen ocupado de los estados electrónicos es:

Volk=ks3Vhueco+2Vfuera\text{Vol}_k = k_s^3 - V_{\text{hueco}} + 2V_{\text{fuera}}

donde VhuecoV_{\text{hueco}} denota el volumen de los huecos de los estados prohibidos, y VfueraV_{\text{fuera}} el volumen de los estados electrónicos fuera de la esfera de Fermi. Este volumen se calcula teniendo en cuenta la intersección de esferas en el espacio recíproco, lo cual es clave para entender cómo las transiciones topológicas afectan la cantidad de estados electrónicos disponibles y, por lo tanto, la densidad de estados (DOS).

En el caso de confinamiento débil, cuando las esferas de huecos se encuentran dentro de la esfera de Fermi, se puede realizar una aproximación para calcular VhuecoV_{\text{hueco}}. Sin embargo, en regímenes de confinamiento fuerte, donde las esferas de huecos sobresalen fuera de la esfera de Fermi, el cálculo debe tener en cuenta las intersecciones fuera de la esfera, lo cual implica una mayor complejidad en las fórmulas.

La DOS, que describe el número de estados electrónicos ocupados a una cierta energía ϵ\epsilon, se puede calcular utilizando la fórmula:

g(ϵ)=V(2π)212mϵg(\epsilon) = \frac{V}{(2\pi)^2} \cdot \frac{1}{\sqrt{2m}} \cdot \epsilon

dependiendo del régimen de confinamiento. Si el confinamiento horizontal domina sobre el vertical (D > L), la DOS muestra una forma distinta en comparación con el caso contrario (D < L). En ambos casos, los cambios en la topología de la superficie de Fermi se reflejan en la DOS, que muestra variaciones notables, como una especie de "codo" o discontinuidad, en los puntos de transición topológica.

Además, el caso particular de D = L revela un comportamiento aún más interesante, donde la DOS muestra una transición más suave, pero aún influenciada por las propiedades geométricas del anillo cuántico.

Es esencial comprender que la topología de la superficie de Fermi no solo determina la cantidad de estados ocupados, sino también la distribución energética de los electrones en el sistema. A medida que el anillo cuántico pasa por estas transiciones topológicas, la estructura de la superficie de Fermi cambia, lo que puede influir profundamente en las propiedades superconductoras, como la temperatura crítica y la densidad de corriente crítica.

El análisis de la superconductividad en anillos cuánticos, por lo tanto, no solo se limita a la comprensión de la estructura electrónica básica, sino que también requiere un estudio detallado de cómo la geometría del anillo y las transiciones topológicas afectan las propiedades macroscópicas del sistema. Estos efectos son especialmente importantes en sistemas de baja dimensionalidad, donde las interacciones electrónicas y los efectos cuánticos juegan un papel destacado.

¿Cómo se caracterizan y funcionan los fotodetectores basados en puntos cuánticos InAsSbP en el rango infrarrojo medio?

La investigación en nanomateriales semiconductores ha avanzado considerablemente con el desarrollo de puntos cuánticos (QDs) formados a partir de la composición InAs1-x-ySbxPy, caracterizados por arquitecturas como lentes, conos, elipsoides, anillos cuánticos y moléculas cuánticas. Estas estructuras nanométricas, obtenidas mediante crecimiento epitaxial controlado, permiten una ingeniería precisa de las tensiones de red y la estructura de bandas, fundamentales para su óptica y propiedades electrónicas. La inclusión de la capa de humectación con composición cuaternaria InAsSbP facilita la adaptación del desajuste de red entre la capa y el sustrato de InAs(100), lo que favorece el crecimiento en modo Stranski-Krastanow y abre nuevas posibilidades para la nanoarquitectura y el control estructural.

Desde el punto de vista optoelectrónico, estos puntos cuánticos exhiben una respuesta significativa en la región del infrarrojo medio, con una fotorespuesta ampliada que cubre longitudes de onda tanto más largas como más cortas que las típicas, demostrando versatilidad espectral. Experimentos realizados con láseres de diferentes longitudes de onda (λ = 3.39 μm, 1.15 μm y 0.63 μm) mostraron una respuesta fotovoltaica incluso sin polarización externa, con voltajes en circuito abierto (Voc) y corrientes de cortocircuito (Isc) dependientes de la densidad de potencia de la radiación incidente. A temperatura ambiente, se obtuvieron valores de responsividad eléctrica para voltaje y corriente de aproximadamente 1.5 V/W y 1 mA/W respectivamente, al irradiar con λ = 3.39 μm, lo que indica una eficiente conversión fotovoltaica en estos dispositivos.

El comportamiento bajo radiación térmica de cuerpo negro también fue estudiado, revelando que la corriente de cortocircuito bajo irradiación térmica integral puede ser hasta un orden de magnitud mayor que la obtenida con radiación monocromática. Este efecto se relaciona con la distribución espectral más amplia del cuerpo negro, que permite excitar múltiples subbandas energéticas de los QDs, aumentando así la generación de portadores.

Una ventaja crítica de los detectores basados en puntos cuánticos radica en la reducción del ruido oscuro en comparación con los detectores de pozos cuánticos tradicionales. Esto se explica por la densidad discreta de estados electrónicos en los QDs, que reduce la dispersión por fonones y alarga la vida media de los portadores de carga, lo que a su vez incrementa la responsividad y eficiencia del fotodetector. Desde la perspectiva teórica, el modelado de estos nanomateriales mediante el método k·p de ocho bandas, considerando deformaciones mecánicas, potenciales electrostáticos internos y distribución del tamaño de los QDs, ha permitido una correlación precisa con los resultados experimentales, especialmente en la estimación de energías fundamentales y densidades de carga.

Los dispositivos fabricados incluyen tanto celdas fotoconductoras como heteroestructuras diodo, que evidencian la versatilidad de la composición InAsSbP para aplicaciones en detección de radiación infrarroja, especialmente en el rango medio donde los detectores convencionales suelen enfrentar limitaciones. Además, la ingeniería precisa de la nanoestructura, a través del control del crecimiento y composición, es clave para adaptar las propiedades electrónicas y ópticas a las necesidades específicas de los sistemas de detección.

Es importante considerar que el éxito en la integración y funcionamiento óptimo de estos dispositivos depende no solo de la calidad de los QDs sino también de la interfaz con el sustrato y el entorno, dado que fenómenos como el acoplamiento entre QDs, la distribución del tamaño y la morfología afectan directamente la respuesta espectral y la eficiencia cuántica. Asimismo, la interacción entre la tensión mecánica y la composición química resulta esencial para lograr un control fino de la estructura de bandas y, por ende, de las transiciones ópticas permitidas.

Además, es relevante entender que las propiedades de estos sistemas están fuertemente influenciadas por la dinámica de portadores en un entorno cuántico confinado, donde los mecanismos de recombinación, atrapamiento y transporte difieren significativamente de los materiales convencionales. Esto requiere un análisis riguroso de la física de semiconductores a escala nanométrica para optimizar el diseño y el desempeño del fotodetector.

Por último, la implementación práctica de estos dispositivos implica desafíos tecnológicos ligados a la reproducibilidad del crecimiento epitaxial, el control de defectos y la estabilidad térmica y eléctrica bajo operación continua. La investigación continúa explorando estos aspectos para hacer que los detectores basados en QDs de InAsSbP sean una solución viable y eficiente en aplicaciones como sensores infrarrojos, imagen térmica y comunicación óptica.