La tendencia hacia las redes abiertas, en términos simples, representa un primer paso hacia la descentralización y la adopción de blockchains públicas. Las aplicaciones potenciales de las blockchains privadas son vastas y van mucho más allá de la industria de los servicios financieros. Aunque los bancos y otros intermediarios monetarios han sido los primeros en adoptar esta tecnología debido a la obvia necesidad de asegurar transacciones, las posibilidades son infinitas y se extienden a sectores como la música, bienes raíces, seguros, salud, redes, encuestas, cadenas de suministro, organizaciones benéficas, seguimiento de armas, la ley y más. A lo largo de este texto, nos enfocaremos en las blockchains públicas y sus activos nativos, a los que definiremos como criptoactivos, ya que creemos que en este ámbito se encuentran las mayores oportunidades para el inversor innovador.
Es importante señalar que los criptoactivos a menudo comparten el mismo nombre que la blockchain de la que derivan, aunque con variaciones en la capitalización. En otros casos, los activos tienen nombres ligeramente diferentes. Por ejemplo, el activo nativo de la blockchain de Bitcoin es el bitcoin, el de la blockchain de Ethereum es el ether, y el de la blockchain de Litecoin es el litecoin. Cada una de estas blockchains públicas tiene características particulares que las distinguen entre sí.
Una parte significativa de la comunidad inicial de Bitcoin sostiene que la definición de lo que constituye una blockchain debe ser estricta, particularmente en relación con el mecanismo de consenso utilizado, como el proof-of-work. Sin embargo, no compartimos esa visión excluyente. Existen otros mecanismos de consenso igualmente interesantes que están siendo desarrollados, como el proof-of-stake, proof-of-existence o proof-of-elapsed-time, por mencionar algunos. Al igual que en el ámbito del aprendizaje automático, donde diversos enfoques como los simbolistas, conexionistas, evolutivos, bayesianos y analogistas coexisten y, a veces, han sido rivales acérrimos, la tecnología blockchain tiene varias vertientes. En el futuro, es probable que todas estas diferentes aproximaciones converjan, tal como sugiere Pedro Domingos en su obra The Master Algorithm. Si las bases de datos distribuidas de valor han de ser realmente transformacionales, deberán interoperar y valorarse mutuamente.
A pesar del creciente interés por la tecnología blockchain, persiste la confusión sobre lo que significa exactamente el término. "Una blockchain", "la blockchain", "blockchain" y "tecnología blockchain" pueden referirse a cosas muy diferentes. Por lo general, cuando se menciona "la blockchain", se hace referencia a la original, la blockchain de Bitcoin. En este texto, haremos el esfuerzo de referirnos siempre a la "blockchain de Bitcoin", para evitar ambigüedades. En cambio, términos como "una blockchain" y "tecnología blockchain" suelen aludir a derivados de la original que pueden no estar relacionados con Bitcoin. Blockchain, por sí mismo, se refiere generalmente al concepto abstracto, lo cual lo convierte en el término más difuso y, por ende, el menos preferido.
El entendimiento del panorama más amplio dentro del cual se desarrollan los criptoactivos es crucial para el inversor innovador, especialmente cuando consideramos la distinción entre blockchains públicas y privadas. Esta diferencia ha generado tensiones notables, ya que los intereses de los actores involucrados difieren profundamente. Las blockchains privadas suelen ser respaldadas por las grandes corporaciones e instituciones dentro de sus respectivas industrias, mientras que las blockchains públicas cuentan con el apoyo de los disruptores y nuevos actores del mercado. Es fundamental comprender cómo la evolución de una única blockchain, la de Bitcoin, dio paso a la inclusión de blockchains tanto públicas como privadas. De lo contrario, los inversores podrían confundirse al escuchar afirmaciones como que Bitcoin ya no tiene relevancia o ha sido desplazado. Ninguna de estas afirmaciones es cierta, pero es útil comprender las motivaciones y la lógica detrás de quienes sostienen estas ideas.
El surgimiento de Bitcoin y su integración con plataformas como Silk Road fue un punto de inflexión clave para la popularización de la criptomoneda. A pesar de la reputación oscura que Bitcoin adquirió en parte por la relación con Silk Road, una plataforma descentralizada que permitía la compra de productos sin restricciones, es importante destacar que tal uso no fue aprobado por los creadores de Bitcoin ni por su comunidad. A pesar de esto, el impacto fue inmediato, impulsando la primera gran ola de interés por Bitcoin y disparando su precio de manera considerable. Desde entonces, la adopción y el interés en Bitcoin no han hecho más que crecer, alimentados por eventos como la crisis bancaria de Chipre en 2013, lo que hizo que más personas se interesaran en esta moneda descentralizada como una forma de proteger sus activos de los controles gubernamentales.
El uso de herramientas como Google Trends puede ser útil para los inversores que buscan comprender la evolución del interés público por Bitcoin y otras criptomonedas. Estas herramientas permiten observar cómo ha variado la búsqueda de términos relacionados con criptomonedas en diferentes regiones y períodos, lo que proporciona una idea clara de la aceptación y el crecimiento del sector en distintas partes del mundo. Esta observación de tendencias no solo es relevante para el sector de los criptoactivos, sino que también ofrece una perspectiva interesante sobre otros sectores emergentes de la economía global.
Es fundamental que el lector entienda que, más allá del ruido mediático y los debates sobre la viabilidad de Bitcoin o las criptomonedas en general, lo que está en juego es una transformación más profunda de las infraestructuras financieras, de datos y de confianza en la sociedad. Las blockchains, ya sean públicas o privadas, representan una manera completamente nueva de organizar, verificar y almacenar información sin depender de intermediarios centralizados. Este cambio, si se lleva a cabo correctamente, tiene el potencial de impactar diversos sectores de la economía de una manera que aún no hemos alcanzado a comprender completamente. Lo esencial es que, como inversionista o entusiasta, se debe entender la distinción entre las diferentes tecnologías, las fuerzas que las respaldan y los usos que se les pueden dar. Así, se podrá navegar con éxito en este emergente y disruptivo mercado.
¿Cómo la Diversidad en los Volúmenes de Trading y las Pares de Divisas Impactan la Madurez de los Criptoactivos?
El mercado de criptoactivos ha experimentado una evolución significativa a lo largo de los años, y una de las lecciones más valiosas que podemos extraer de esta trayectoria es la importancia de la diversidad en los volúmenes de trading y las pares de divisas para garantizar la estabilidad y la resiliencia de las criptomonedas. Un claro ejemplo de esto se puede observar en el comportamiento del mercado de Bitcoin durante la intervención de la Banco Popular de China (PBoC) en 2017, cuando la entidad emitió restricciones sobre el trading de criptomonedas.
En ese momento, China era responsable de más del 90% del volumen global de trading de Bitcoin. Sin embargo, después de que el PBoC introdujera nuevas regulaciones, muchos temían que la moneda experimentara un colapso similar al de 2013, cuando Bitcoin, tras superar los $1,000, sufrió una drástica caída de su precio debido a medidas regulatorias similares. A pesar de una caída inicial, el precio de Bitcoin en 2017 se recuperó rápidamente y alcanzó nuevos máximos históricos. Este fenómeno contrasta con el impacto negativo de 2013, y es una muestra clara de cómo la madurez de un activo se refleja en su capacidad para absorber choques del mercado.
Lo que realmente marcó la diferencia en 2017 fue la mayor profundidad del mercado. Mientras que en 2013 el volumen de trading de Bitcoin era de aproximadamente $60 millones, en 2016 ese volumen superó los $4.1 mil millones, lo que significa que la liquidez del mercado había aumentado considerablemente. Además, el número de intercambios en los que se operaba Bitcoin creció significativamente, lo que permitió que la moneda siguiera siendo atractiva para los inversores fuera de China cuando las restricciones se implementaron. La diversificación de las pares de divisas también jugó un papel clave en la resiliencia del mercado. En 2013, el trading de Bitcoin estaba limitado a pocas monedas y plataformas, mientras que en 2017, la diversidad de pares de divisas había aumentado considerablemente, facilitando el acceso al mercado desde diferentes partes del mundo.
En ese contexto, el valor del yuan chino en el mercado de Bitcoin se desplomó de más del 90% en enero de 2017 a menos del 10%, mientras que las transacciones en dólares y yenes aumentaron significativamente, lo que subraya la flexibilidad del mercado y su capacidad para adaptarse a cambios externos. Este fenómeno no fue exclusivo de Bitcoin. Ethereum, por ejemplo, también ha experimentado un crecimiento notable en la diversidad de sus pares de trading, especialmente en lo que respecta a las monedas fiduciarias. En el caso de Ethereum, el uso de divisas fiduciarias para comprar ether pasó de ser menos del 10% de su volumen de trading en la primavera de 2016, a cerca del 50% en la primavera de 2017.
La diversidad en los pares de divisas no solo es crucial para asegurar la estabilidad de un criptoactivo, sino que también refleja la madurez y legitimidad del mismo dentro del ecosistema financiero. Los criptoactivos que logran integrar pares con diversas monedas fiduciarias están mejor posicionados para ganar aceptación global. Además, esta diversificación permite una mayor liquidez, lo que a su vez contribuye a la reducción de la volatilidad de los precios.
Es importante destacar que, a medida que un criptoactivo madura, su volatilidad tiende a disminuir, lo cual es un signo de madurez del mercado. Esto ocurre porque un mayor volumen de trading, mayor liquidez y una mayor diversidad en los intercambios y pares de divisas permiten que el mercado absorba mejor los choques sin generar fluctuaciones drásticas en el precio. Sin embargo, esto no significa que la volatilidad desaparezca por completo. De hecho, algunos criptoactivos, como Monero, han experimentado aumentos en la volatilidad debido a aumentos repentinos de precios. A pesar de estos altibajos, el patrón general en los criptoactivos más maduros es una tendencia hacia una volatilidad más baja a lo largo del tiempo.
A través del análisis de diversas criptomonedas, podemos observar cómo su volatilidad ha disminuido con el paso de los años. Bitcoin, por ejemplo, mantiene una volatilidad relativamente baja debido a su mayor liquidez y su amplia base de apoyo en múltiples intercambios. Ethereum, por otro lado, ha visto una caída en su volatilidad, aunque no de manera tan estable como Bitcoin. Dash, un criptoactivo más joven, sigue mostrando una volatilidad más pronunciada, lo que indica que puede seguir enfrentando dificultades para estabilizarse en el futuro.
En resumen, la capacidad de un criptoactivo para mantener una menor volatilidad y resistir perturbaciones externas depende en gran medida de la diversificación en los volúmenes de trading y los pares de divisas. A medida que el mercado de criptomonedas se expande y madura, estos factores jugarán un papel cada vez más crucial en la resiliencia de los activos digitales. A través del seguimiento de estas tendencias, los inversores pueden obtener una comprensión más profunda de la evolución del mercado y las perspectivas a largo plazo para cada criptoactivo.
¿Cómo Identificar y Navegar las Burbujas Especulativas en el Mercado de Criptoactivos?
Las burbujas especulativas en el mercado de los criptoactivos han sido una constante desde los primeros días de Bitcoin. La historia de estas burbujas está marcada por un patrón recurrente: rápidos ascensos seguidos de vertiginosas caídas. Si bien el auge de las criptomonedas ha fascinado a miles de inversores, su naturaleza volátil y especulativa sigue siendo una amenaza constante para aquellos que no comprenden las dinámicas subyacentes.
Bitcoin, el pionero entre los criptoactivos, es un ejemplo paradigmático de cómo las expectativas desmedidas pueden inflar el precio de un activo hasta niveles insostenibles. Las primeras burbujas de Bitcoin, después del lanzamiento de Mt. Gox, nos muestran cómo la euforia colectiva puede impulsar su valor a cotas inesperadas, solo para ser seguidas por caídas que devastan a los inversores que se dejaron llevar por el entusiasmo momentáneo. En el periodo que definimos como una "burbuja de Bitcoin", la caída promedio desde el precio máximo hasta el mínimo fue de un 63%. Las burbujas que alcanzaron su punto máximo en junio de 2011 y diciembre de 2013 fueron especialmente destructivas, con pérdidas de hasta un 93% y 85% respectivamente.
Lo más alarmante no es solo la rapidez de estas caídas, sino la forma en que se desarrollan en comparación con los ascensos. Mientras que los aumentos de precios a menudo son impulsados por una exuberancia colectiva, las caídas tienden a ser más prolongadas y dolorosas. La trayectoria de la burbuja es como un cohete que asciende con velocidad, pero el descenso se asemeja a un paracaídas que cae lentamente, arrastrando con él las esperanzas de muchos inversores. Esta diferencia en la duración y naturaleza de los ascensos y descensos es crucial para el inversor que busca innovar en un mercado tan inestable.
Un factor que agrava aún más esta situación es la reacción de los inversores ante las caídas. Los inversores inmaduros tienden a rendirse cuando las pérdidas se hacen insoportables, justo en el momento en que el mercado podría estar a punto de dar la vuelta. La fase de desesperación de los últimos momentos de un mercado bajista es a menudo la señal de que se está gestando una recuperación.
Otros criptoactivos, como Steemit y Zcash, también han experimentado burbujas de precios que, aunque similares a las de Bitcoin, ofrecen lecciones adicionales sobre la volatilidad inherente al mercado de las criptomonedas. En 2016, Steemit, una plataforma descentralizada similar a Reddit, vio cómo el valor de su token Steem se disparaba de 16 millones de dólares a 350 millones de dólares en cuestión de semanas, impulsado por la especulación masiva. Sin embargo, tras el pico de precio, el valor de Steem cayó un 94% en tres meses. Esta fluctuación extrema subraya la importancia de entender que las burbujas no siempre son indicativas de un crecimiento fundamental, sino que a menudo están alimentadas por el entusiasmo de los especuladores.
Un caso aún más espectacular fue el lanzamiento de Zcash en octubre de 2016. Esta criptomoneda, centrada en la privacidad, fue anticipada como una gran innovación en el espacio de los criptoactivos. En su primer día de negociación, Zcash alcanzó un precio de 3,300 Bitcoin por unidad, es decir, más de dos millones de dólares por cada Zcash. Sin embargo, en pocos días su precio se desplomó por debajo de 1 Bitcoin, y para finales de año, la moneda se estabilizó en 0.05 Bitcoin por unidad. La burbuja de Zcash es un ejemplo claro de cómo la especulación, alimentada por una oferta limitada y una fuerte demanda, puede generar una inflación de precios que no refleja el valor real del activo.
Para los inversores que buscan aprovechar las oportunidades en el mercado de los criptoactivos, es vital entender el peligro inherente a las burbujas especulativas. Como lo expresó el Nobel de Economía Robert Shiller, una burbuja es “una epidemia social que involucra expectativas extravagantes para el futuro”. Esta euforia colectiva puede nublar el juicio de los inversores, llevándolos a entrar en el mercado en el momento equivocado. La naturaleza de las burbujas es tal que, aunque se pueden identificar claramente una vez que explotan, es casi imposible predecir el momento exacto en que eso sucederá.
Uno de los mayores desafíos para los inversores en criptoactivos es distinguir entre una inversión fundamentada y una que está alimentada por la especulación. Cuando el precio de un criptoactivo sube rápidamente, la tentación de unirse al frenesí puede ser fuerte. Sin embargo, este impulso puede ser contraproducente, ya que a menudo es cuando los precios están más inflados que el riesgo de una caída es más alto. El momento adecuado para entrar en un mercado puede ser cuando las expectativas han bajado y el activo comienza a estabilizarse, no cuando está en su punto más alto.
Además, un factor que debe tenerse en cuenta es la forma en que el mercado de criptomonedas reacciona ante los eventos externos. La especulación masiva puede ser exacerbada por el miedo a perderse una oportunidad (FOMO, por sus siglas en inglés), lo que hace que los precios suban rápidamente sin justificación. Sin embargo, las burbujas siempre estallan, y los inversores que no tienen una estrategia clara de salida suelen ser los más afectados. El manejo del riesgo y la paciencia son claves en un entorno tan volátil.
En conclusión, las burbujas especulativas son una característica común de los mercados de criptoactivos. Los inversores que deseen navegar en este espacio deben ser conscientes de los riesgos inherentes y aprender a reconocer cuándo las expectativas del mercado están fuera de control. Al mantener una perspectiva racional y fundamentada, es posible aprovechar las oportunidades sin caer en las trampas que las burbujas de precios pueden crear.
¿Cómo será el futuro de la inversión en criptoactivos?
A lo largo de este libro, hemos intentado proporcionar contexto histórico sobre la inversión y los criptoactivos. Es importante comprender que los criptoactivos deben ser evaluados al mismo nivel que cualquier otra clase de activos tradicionales o alternativos. Como ocurre con cualquier clase de activos, existen inversiones en criptoactivos que son sólidas, pero también hay muchas que no lo son. La evaluación de estas inversiones requiere el mismo nivel de diligencia debida y análisis que cualquier otra posible inversión.
Aunque las oportunidades de inversión en criptoactivos están creciendo, actualmente el acceso más común sigue siendo la compra y el comercio de criptoactivos individuales en los intercambios. Tal como se explicó en el capítulo 15, algunos productos de mercado de capitales relacionados con criptoactivos ya existen, y se espera que más lleguen en el futuro. Todavía está por verse qué forma tomarán estas inversiones: ¿serán fondos mutuos compuestos por diversos criptoactivos? ¿O tal vez un ETF que invierta en un índice específico de criptoactivos, como un portafolio enfocado en la privacidad con monedas como Monero, Dash y Zcash? Las oportunidades para que los inversores accedan a fondos de cobertura que gestionen activamente diferentes criptoactivos, incluidos los ICO más recientes, están surgiendo. Sin embargo, es posible que las estructuras tradicionales de fondos de cobertura sean reemplazadas por plataformas descentralizadas como Melonport, que permiten gestionar activos sin necesidad de intermediarios tradicionales.
La variedad de productos y vehículos de inversión es ilimitada, ofreciendo a los inversores y gestores de fondos una excelente oportunidad para obtener beneficios. El futuro de las inversiones no sólo incluye criptoactivos, sino que también está marcado por la capacidad de los inversores y gestores para adaptarse a un entorno financiero que cambia rápidamente.
En cuanto a la gestión activa de criptoactivos, es difícil predecir si los gestores individuales alcanzarán la fama por su experiencia en la gestión activa de estos activos, o si las inversiones pasivas, que consisten en categorías de criptoactivos predefinidos basadas en reglas, serán la opción preferida. En la década de 1980, el Magellan Fund de Fidelity se convirtió en la joya de la inversión, principalmente debido a la figura de Peter Lynch. Durante su mandato, el fondo creció de $20 millones a $14 mil millones, y logró superar al índice S&P 500 en 11 de 13 años. Esta era fue dorada para los gestores activos y los fondos mutuos en general, ya que los inversores buscaban a los gestores, no necesariamente las acciones. A pesar de que las críticas hacia Lynch y su enfoque de "comprar lo que conoces" han aumentado en los últimos años, su consejo sigue siendo relevante: no inviertas en un activo sin tener un entendimiento profundo de lo que representa. En el caso de los criptoactivos, este enfoque es esencial. Invertir en Bitcoin, Ethereum o cualquier otro criptoactivo solo porque su precio haya aumentado significativamente en la última semana es un comportamiento arriesgado, y no una estrategia sólida.
Es crucial que cualquier inversor que considere incluir criptoactivos en su portafolio entienda los fundamentos de estos activos antes de comprometer su capital. Antes de tomar cualquier decisión de inversión, es necesario ser capaz de explicar los conceptos básicos de esos activos a otra persona, evaluando si encajan dentro del perfil de riesgo y los objetivos del portafolio de inversión. Este tipo de investigación previa debería ser un requisito fundamental en cualquier estrategia de inversión.
La generación millennial está jugando un papel clave en este cambio de paradigma. Con un enfoque completamente diferente al de los inversores de generaciones anteriores, muchos millennials ven el sistema financiero tradicional con escepticismo. Este grupo, que creció con crisis económicas como la burbuja de las puntocom y la recesión de 2008, es mucho más consciente de su bienestar financiero. Un estudio reciente realizado por Facebook reveló que el 86% de los millennials ahorran dinero cada mes, y el 33% de ellos cree que no necesitarán un banco para el 2020. Estas cifras muestran una clara tendencia hacia la independencia financiera y el uso de nuevas tecnologías financieras, como las criptomonedas.
El cambio de mentalidad también se refleja en su comportamiento. En lugar de confiar en los modelos tradicionales de gestión patrimonial, muchos millennials están buscando plataformas y herramientas financieras que se adapten a sus necesidades. Aunque los bancos y las instituciones financieras tradicionales han intentado adaptarse ofreciendo plataformas de inversión en línea, la realidad es que los millennials buscan algo más que una simple herramienta digital: buscan una forma de invertir que les ofrezca autonomía y flexibilidad. La falta de un enfoque personalizado por parte de los asesores financieros tradicionales ha llevado a muchos a alejarse de estos modelos y buscar alternativas más acordes con su visión del mundo financiero. Los fondos de cobertura y las instituciones tradicionales podrían estar pasando por alto una gran oportunidad si siguen ignorando las demandas y expectativas de esta nueva generación de inversores.
Además, los millennials han aprendido a la fuerza que las inversiones pueden ser un riesgo, y que una estrategia de inversión sólida no debe basarse en la especulación. A pesar de que muchos perciben la inversión en bolsa como un juego de azar, entienden el valor de ahorrar, invertir con prudencia y planificar a largo plazo. Este grupo se encuentra en una etapa crucial para formar sus estrategias de inversión, y los criptoactivos, como Bitcoin y otros, están surgiendo como una opción legítima dentro de su portafolio, a medida que ganan confianza en el ecosistema financiero descentralizado. La diferencia clave radica en la capacidad de los criptoactivos de ofrecer alternativas más democráticas y accesibles en comparación con los activos tradicionales, como las acciones o los bonos.
A medida que los millennials continúan adentrándose en el mundo de las inversiones, los gestores de fondos y las instituciones tradicionales deben replantearse sus estrategias si desean seguir siendo relevantes. La clave no está en seguir forzando modelos de negocio anticuados, sino en reconocer y adaptarse a los cambios que esta nueva generación está trayendo consigo.
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