Las células solares de perovskita (PSCs, por sus siglas en inglés) han emergido como una de las tecnologías más prometedoras en el campo de la energía fotovoltaica, con un potencial comercial considerable. Sin embargo, a pesar de su prometedor rendimiento en términos de eficiencia y coste, existen varios retos que deben resolverse antes de que las PSC puedan ser implementadas a gran escala en aplicaciones comerciales. Estos desafíos abarcan desde la fabricación de áreas grandes y la estabilidad a largo plazo hasta la gestión del plomo y la encapsulación, aspectos fundamentales para garantizar la viabilidad de estas tecnologías en el mercado global.

Uno de los principales problemas que enfrenta la tecnología de las células solares de perovskita es la gestión del plomo, un componente clave en la mayoría de los materiales fotovoltaicos de perovskita. El plomo es tóxico, lo que plantea riesgos tanto para el medio ambiente como para la salud humana, especialmente en escenarios de degradación del dispositivo o al final de su vida útil. Para mitigar estos riesgos, se deben desarrollar y aplicar estrategias eficaces de gestión del plomo que minimicen la liberación de este material peligroso durante el ciclo de vida de las células solares. Diversos enfoques están siendo investigados, como la encapsulación avanzada, el uso de compuestos alternativos para sustituir al plomo, y técnicas de reciclaje de las células defectuosas.

Otro desafío importante es la gestión de los fotones. Las células solares de perovskita, al igual que otras tecnologías fotovoltaicas, deben optimizar su capacidad para captar y convertir la luz solar de manera eficiente. Aunque se han logrado avances significativos en el control de la absorción de luz, aún existen limitaciones en el manejo de la luz en capas gruesas de material, lo que afecta la eficiencia general del dispositivo. Investigadores están trabajando en el desarrollo de nuevas estructuras y materiales que permitan una mejor gestión de los fotones, lo que contribuiría a mejorar tanto la eficiencia como la durabilidad de las PSC.

El aumento de la escala de fabricación es otro aspecto clave en la comercialización de las células solares de perovskita. A medida que se busca producir estas células en grandes áreas y con procesos industriales, surgen problemas técnicos y económicos relacionados con la uniformidad y calidad de los materiales, la reproducibilidad de los procesos de fabricación y el costo de producción. La transición de las pequeñas muestras de laboratorio a la producción a gran escala presenta desafíos significativos, que incluyen la necesidad de técnicas de deposición precisas y sistemas de fabricación que puedan mantener las propiedades ópticas y eléctricas de las células a gran escala. Sin embargo, el progreso en la mejora de la fabricación y la estandarización de procesos está comenzando a allanar el camino hacia la producción industrial de células solares de perovskita.

La estabilidad a largo plazo de las células solares de perovskita sigue siendo uno de los mayores obstáculos para su comercialización. Aunque estos dispositivos han demostrado una eficiencia impresionante en estudios a corto plazo, su rendimiento tiende a deteriorarse rápidamente bajo condiciones ambientales rigurosas, como alta humedad y temperaturas extremas. Se están realizando esfuerzos para mejorar la estabilidad de las células solares de perovskita mediante el uso de materiales y recubrimientos de encapsulación más robustos, que protejan el material activo de la degradación. La investigación en este campo es crucial, ya que la durabilidad de las células solares influye directamente en su costo de vida útil y en su competitividad en el mercado global de energía solar.

Por último, la industrialización de las células solares de perovskita también se enfrenta a una serie de cuestiones regulatorias y económicas. La normativa sobre los materiales peligrosos, como el plomo, y la necesidad de cumplir con estándares internacionales de seguridad y calidad son barreras importantes para la comercialización. Además, los costes asociados con el desarrollo y la implementación de estas tecnologías deben ser competitivos frente a otras tecnologías solares ya consolidadas, como las células solares de silicio.

El camino hacia la comercialización de las células solares de perovskita está marcado por avances significativos, pero también por retos sustanciales que deben ser superados para asegurar que esta tecnología pueda ser integrada de manera eficaz y segura en el mercado global de energía renovable. La colaboración entre investigadores, la industria y las entidades reguladoras será crucial para garantizar que estas soluciones sean económicamente viables, ambientalmente responsables y tecnológicamente robustas.

¿Cómo la modificación de interfaces en celdas solares perovskitas reduce la fuga de plomo y mejora su eficiencia?

La modificación de interfaces en celdas solares de perovskita ha emergido como una estrategia crucial para mejorar la eficiencia de conversión de energía (PCE) y reducir los riesgos asociados con la fuga de plomo. Las celdas solares de perovskita, conocidas por su alta eficiencia y bajo costo de fabricación, se enfrentan al desafío de la estabilidad a largo plazo, especialmente debido a la lixiviación de plomo, un problema que se intensifica cuando los dispositivos se dañan o se exponen a condiciones ambientales severas. Para abordar este problema, se han desarrollado varias técnicas de modificación de interfaces que no solo mejoran la estabilidad de las celdas, sino que también minimizan la fuga de plomo hacia el ambiente.

Zhang et al. utilizaron moléculas perfluoroalquiladas funcionalizadas con tiol, como el 1H,1H,2H,2H-perfluorodecanotiol (PFDT), para modificar químicamente las películas de perovskita y los electrodos metálicos mediante un proceso de autoensamblaje asistido por vapor. Esta modificación formó una capa monomolecular superhidrofóbica que redujo la densidad de defectos en la superficie de la perovskita, mejorando así la resistencia al agua y al oxígeno del dispositivo. Como resultado, la eficiencia de conversión de energía (PCE) de la celda mejoró de un 20,15% a un 21,79%, mientras que la concentración de plomo en la solución de lixiviado disminuyó considerablemente, lo que demostró la efectividad de la modificación.

Por otro lado, He et al. utilizaron un antídoto contra metales pesados, la D-penicilamina (DPM), para modificar la interfaz entre el transporte de electrones (ETL) y la perovskita, con el fin de reducir la fuga de plomo en dispositivos dañados. Su investigación reveló que la concentración de plomo en dispositivos modificados con DPM era significativamente menor en comparación con los dispositivos de control, lo que demuestra que DPM actúa como una barrera aislante para los iones de plomo, incluso en condiciones climáticas extremas.

Mokhtar et al. introdujeron nanopartículas de hidroxiapatita (HAP) y dióxido de titanio (TiO2) como estructuras de soporte en las celdas solares de perovskita. Al añadir HAP, se aumentó el tamaño de los granos en las películas de perovskita, lo que resultó en una mayor eficiencia de conversión (PCE) de 17,76% a 20,98%, y una disminución considerable en la fuga de plomo, reduciéndose a 0,55 ppm. Esta modificación no solo mejora el rendimiento de las celdas, sino que también contribuye a la reducción de la contaminación ambiental por plomo.

Una de las estrategias más innovadoras en la modificación de interfaces es el uso de capas de aditivos multifuncionales como el tioureano amidino (ADT), que tiene átomos de N y S capaces de pasarivar defectos en la interfaz y reducir la fuga de plomo mediante interacciones de coordinación y enlaces de hidrógeno. La eficiencia de las celdas modificadas con ADT aumentó a un 20,48%, mientras que la concentración de plomo en la solución de lixiviado se redujo significativamente a 2,242 mg/L, en comparación con los 6,051 mg/L de los dispositivos no modificados.

Hou et al. propusieron una resina de tioureano de cadena principal (TSU) modificada con tioureano y formaldehído para modificar la interfaz de perovskita. Esta modificación mostró una mayor capacidad de adsorción de iones metálicos, reduciendo la concentración de plomo en la solución de lixiviado de la película de perovskita modificada de 6,032 mg/L a 1,198 mg/L, lo que destacó la efectividad de esta técnica para evitar la fuga de plomo.

En cuanto a las modificaciones en la capa de transporte de agujeros (HTL), Chen et al. utilizaron una resina de intercambio catiónico basada en ácido sulfonico para bloquear los posibles caminos de fuga de plomo, reduciendo la concentración de iones de plomo en dispositivos dañados de 16,0 ± 0,8 ppm a 4,51 ± 0,68 ppm. Esta modificación no solo mejoró la eficiencia de la celda solar (de 19,3% a 20,6%), sino que también permitió extender las celdas modificadas a módulos de gran área, alcanzando una eficiencia de conversión de 16,3%.

La modificación de interfaces en las celdas solares de perovskita no solo mejora la eficiencia y estabilidad del dispositivo, sino que también aborda de manera crítica los riesgos medioambientales asociados con la fuga de plomo. Las tecnologías que utilizan resinas, aditivos multifuncionales y modificadores de superficie están abriendo nuevas vías para la fabricación de celdas solares más sostenibles y seguras. En este contexto, la integración de estas técnicas será esencial para acelerar la adopción de las celdas solares de perovskita en aplicaciones comerciales, garantizando al mismo tiempo que se minimicen los impactos ambientales negativos de los dispositivos dañados o degradados.