Las recetas que comparto aquí no solo son fáciles de preparar, sino que también están llenas de nutrientes que aportan energía y bienestar, sin recurrir a ingredientes procesados ni azúcares refinados. Están pensadas para aquellos que buscan opciones sabrosas, pero también saludables, perfectas para quienes desean cuidar su alimentación sin renunciar al placer de comer algo delicioso.
Uno de los principales ingredientes que se repite en muchas de estas recetas es la coco. Este superalimento es una excelente fuente de grasas saludables, fibra y antioxidantes. El aceite de coco, por ejemplo, es ideal para cocinar a altas temperaturas debido a su estabilidad, y se utiliza también como base para muchos de los bocados energéticos.
En la receta de LEMON COCONUT BLISS, la combinación de coco rallado, aceite de coco, y limón crea una explosión de frescura y energía. La adición de nueces de Brasil y jarabe de arce le otorgan una dulzura natural, perfecta para saciar antojos. Estos bocados no solo son deliciosos, sino que aportan grasas saludables y antioxidantes esenciales. La técnica de refrigerar las bolitas durante unos minutos permite que se mantengan firmes y fáciles de comer, lo que las convierte en un snack práctico y energético.
De manera similar, en la receta de SUPERGREEN, encontramos ingredientes como el spirulina, matcha y hierba de trigo, que son conocidos por sus propiedades desintoxicantes y antioxidantes. Al igual que en otras recetas, los dátiles actúan como un endulzante natural, evitando los azúcares procesados, mientras que las nueces de anacardo aportan una textura cremosa y un extra de proteínas y grasas saludables. Estos ingredientes, cuando se combinan, ayudan a mantener los niveles de energía estables, lo que hace de este snack una opción ideal para picar entre comidas o como un refuerzo antes de un entrenamiento.
La receta de RAW FIG + BAOBAB BARS es otro ejemplo de cómo utilizar ingredientes funcionales como el polvo de baobab, que es una fuente excelente de vitamina C y fibra. Además, los higos secos ofrecen una dulzura natural y una textura jugosa que se combina maravillosamente con las semillas de girasol y las semillas de lino, que son ricas en ácidos grasos omega-3, cruciales para la salud cardiovascular. Hacer tus propias barras de frutos y nueces te da la libertad de controlar los ingredientes, sin aditivos ni conservantes.
Para quienes buscan algo un poco más indulgente, la receta de CHOCOLATE-COATED BANANA LOLLIES proporciona la satisfacción de un dulce, pero con ingredientes naturales. El plátano, fuente de potasio, se cubre con una capa de chocolate casero hecho con cacao crudo, que conserva todas sus propiedades antioxidantes. Este snack es ideal para una merienda energética que, además, proporciona un impulso de serotonina gracias al cacao, lo que mejora el ánimo y la sensación de bienestar.
Otro bocado que aúna lo salado y lo dulce es el de CHOCOLATE + FIG POPCORN BARS. El pop corn, al ser un snack ligero y lleno de fibra, se convierte en la base perfecta para un dulce saludable. La mezcla de cacao y higos crea una combinación deliciosa, mientras que los pistachos aportan grasas saludables y proteínas. Este tipo de receta es una excelente opción para aquellos que buscan alternativas a los típicos snacks industrializados, que suelen contener ingredientes dañinos para la salud.
Si se busca una opción más ligera, las BLUEBERRY BURST DATES son una opción deliciosa y fácil de hacer. Las dátiles medjool, además de ser una excelente fuente de fibra y antioxidantes, se rellenan con arándanos frescos y una mezcla de tahini y jengibre, lo que proporciona una combinación única de dulzura y especias. Esta receta es perfecta como postre o un pequeño bocado para disfrutar en cualquier momento del día.
Finalmente, la receta de BOMBAY POPCORN ofrece una alternativa interesante al tradicional popcorn salado. El toque de especias como el comino, el cilantro y el cúrcuma no solo aportan sabor, sino que también ofrecen beneficios digestivos y antiinflamatorios. El uso de aceite de coco en lugar de mantequilla o aceites refinados convierte este snack en una opción mucho más saludable y ligera.
Es fundamental entender que al hacer estos bocados caseros, uno no solo está eligiendo ingredientes naturales, sino también un estilo de vida más consciente y saludable. Al preparar tus propios snacks, tienes el control total sobre los ingredientes y las porciones, lo que puede ser un gran aliado a la hora de cuidar nuestra salud y bienestar. Además, es importante recordar que una dieta equilibrada debe incluir una variedad de alimentos, no solo bocados saludables, sino también comidas completas y nutritivas que aporten todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
¿Cómo pueden las bebidas naturales transformar tu rutina diaria?
Hay momentos del día en los que necesitamos un impulso de energía o una pausa para relajarnos. Las bebidas naturales y los smoothies, llenos de ingredientes frescos y nutritivos, pueden ser una excelente forma de proporcionar a nuestro cuerpo los nutrientes esenciales, ya sea para empezar el día con energía, para hidratarse de manera creativa o para recuperarse después de una sesión de ejercicio. Aquí te presento algunas de mis recetas favoritas, que no solo ofrecen beneficios para la salud, sino que también son deliciosas y fáciles de preparar.
Uno de los secretos para comenzar bien el día es una bebida detox. El agua detox caliente con limón y cayena es ideal para activar el cuerpo al despertar. Su combinación de jengibre fresco, canela y miel o jarabe de arce aporta antioxidantes y acelera el metabolismo. Al añadir el agua caliente, esta mezcla crea una infusión reconfortante que limpia y revitaliza desde la mañana. Esta bebida no solo ayuda a la digestión, sino que también tiene un efecto positivo sobre la piel y la circulación sanguínea.
Al llegar la tarde, después de un día lleno de actividades, el cuerpo puede necesitar algo más suave para relajarse. Un "sleepy brew", una infusión láctea con maca y extracto de malta de cebada, puede ser el acompañante perfecto para preparar el cuerpo para la noche. La maca tiene un sabor ligeramente caramelizado que aporta una sensación de calidez y confort, mientras que la malta de cebada ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, evitando picos de energía a última hora del día.
Para aquellos que necesitan un recordatorio constante de beber agua, los cubos de hielo aromatizados pueden ser una excelente solución. Crear cubos de hielo con frutas frescas como limón, frambuesas, menta o pepino no solo es una forma visualmente atractiva de aumentar el consumo de líquidos, sino que también puede hacer que el agua sea mucho más sabrosa y apetecible. Estos cubos también se pueden utilizar para hacer agua con gas más interesante o incluso como un añadido refrescante a una limonada casera.
Si lo que buscas es algo rápido y lleno de energía por la mañana, los smoothies son la opción ideal. Mi favorito es el smoothie "Ultimate Carrot", que combina zanahorias frescas con naranja y leche de almendra, creando una mezcla suave y vibrante. Esta bebida es rica en vitamina C y antioxidantes, y su sabor refrescante es perfecto para empezar el día con energía.
Otra receta interesante es la del smoothie de remolacha y bayas, que resulta en una bebida de color intenso y lleno de nutrientes. La remolacha, aunque a menudo se asocia con sabores fuertes, se mezcla maravillosamente con las frambuesas y fresas, creando un sabor sorprendentemente dulce y suave. Este smoothie es ideal para quienes buscan aumentar su ingesta de fibra y antioxidantes.
Para quienes buscan algo más sofisticado, el "Blueberry Swirl" es una mezcla entre el smoothie de plátano y el de arándano, resultando en un delicioso remolino de sabores. Esta bebida combina los beneficios del plátano con los antioxidantes de los arándanos, creando una experiencia tanto visual como gustativa.
Además de los smoothies de frutas, aquellos que practican deportes pueden encontrar en las bebidas pre y post entrenamiento una forma eficaz de mejorar su rendimiento y recuperación. El "Pre-Workout Antioxidant Energy Boost Smoothie" es perfecto antes de hacer ejercicio, ya que contiene antioxidantes de cacao y bayas, que proporcionan energía de liberación lenta. Después del entrenamiento, el "Post-Workout PB Protein Smoothie", con su mezcla de mantequilla de maní y proteínas vegetales, es ideal para la reparación muscular.
Es interesante también observar cómo los jugos verdes, que pueden parecer intimidantes para quienes se inician en la alimentación saludable, pueden variar en sabor y dificultad según el nivel. El jugo verde "Beginner", suave y afrutado con piña y espinacas, es perfecto para quienes no están acostumbrados a los sabores intensos de los vegetales. A medida que te acostumbras, puedes pasar a jugos más complejos como el "Intermediate" con manzana verde y jengibre, o incluso llegar al "Advanced", que utiliza solo vegetales como base. Estos jugos no solo son refrescantes, sino que aportan una gran cantidad de nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales y fibra, que son fundamentales para mantener el cuerpo en equilibrio y promover una digestión saludable.
Es importante recordar que, aunque estas bebidas son increíblemente beneficiosas, su efectividad depende en gran medida de la calidad de los ingredientes. Utilizar productos frescos y orgánicos siempre será la mejor opción. Además, aunque son excelentes complementos para un estilo de vida saludable, no deben sustituir una dieta equilibrada. Estas recetas deben verse como una manera deliciosa y nutritiva de enriquecer tu día, pero no como una solución mágica.
¿Cómo cambiar nuestra alimentación sin perder calidad de vida?
El aspecto social es, sin duda, uno de los mayores desafíos cuando se decide cambiar la forma en que comemos. Es curioso, pero muchas veces amigos y familiares no aprueban de inmediato que elijamos una alimentación más saludable. Parecería una contradicción, pero tener una dieta sana lleva consigo un estigma: se asocia con ser obsesivo o estar demasiado centrado en uno mismo. Sin embargo, esto no es siempre así. Recuerdo cuando dejé de comer carne, huevos y lácteos; muchas personas se preocupaban por mi salud, lo cual me desconcertaba porque mi motivación era precisamente la contraria: sentía que adoptaba esta nueva forma de comer para mejorar mi bienestar.
Otro obstáculo importante al cambiar nuestros hábitos alimenticios es encontrar lugares adecuados para comer fuera de casa. Aunque hoy en día cada vez más personas tienen requisitos dietéticos específicos, puede ser complicado encontrar un restaurante o cafetería que ofrezca opciones adaptadas. No obstante, hasta la fecha nunca me he visto obligado a abandonar un establecimiento por no encontrar algo adecuado en el menú. Al principio, me resultaba incómodo explicar al personal del restaurante que seguía una dieta basada en plantas, especialmente si no los conocía bien, pero con el tiempo entendí que si no lo decía, lo más probable era que terminara pidiendo lo único que podría comer: una ensalada simple. Hoy en día, me siento completamente cómodo con mi decisión alimentaria, y he descubierto que muchas personas muestran interés y hasta se sienten inspiradas a probar nuevas opciones más saludables.
La clave está en la preparación. En mi caso, cocino más de lo que voy a consumir por la noche, lo que me permite tener suficiente comida para el almuerzo del día siguiente. Además, los sabores suelen intensificarse al reposar, por lo que la comida al día siguiente sabe aún mejor. Los fines de semana los utilizo para preparar snacks saludables como bolas de energía para la semana que comienza. También soy de las que siempre lleva consigo algo para picar o beber en el bolso, y herramientas como SourcedBox me han facilitado tener siempre a mano snacks saludables y prácticos.
Un aspecto esencial de cualquier cambio en la dieta es asegurarse de no carecer de nutrientes vitales. Aunque en las recetas de Eat Smart intento incluir alimentos ricos en vitaminas y minerales, en una dieta basada en plantas debemos ser más conscientes de la necesidad de ciertos nutrientes como la vitamina B12, calcio, hierro, vitamina D, omega-3 y proteínas. Afortunadamente, existen muchas fuentes vegetales de proteína, como los guisantes, nueces, frijoles negros, lentejas y quinoa. También ocasionalmente añado proteína vegana en polvo a mis batidos. El calcio se puede obtener fácilmente de alimentos como el kale, los garbanzos y la melaza negra. En cuanto al hierro, lo encontramos en cereales integrales, lentejas, garbanzos y, nuevamente, en la melaza negra. Para obtener omega-3, podemos incluir en nuestra dieta nueces, semillas de chía y lino. Además, existen leches vegetales enriquecidas con vitaminas que pueden ayudar a cubrir estos requerimientos.
En cuanto a los suplementos, los dos que consumo son B12 y vitamina D. Aunque la vitamina D se puede obtener mediante la exposición al sol, es un tanto difícil en lugares como el Reino Unido, donde la luz solar no siempre está disponible. También se puede obtener a través de champiñones, pero deben ser tratados con rayos UV, lo que puede ser complicado de verificar. La falta de vitamina B12 puede acarrear graves problemas de salud, por lo que es vital prestar atención a este aspecto. Aunque la vitamina B12 es un producto vegano, puede ser difícil obtenerla solo de los alimentos vegetales. Por ello, la mejor forma de asegurar una ingesta adecuada es tomarla como suplemento, ya sea en cápsulas, spray sublingual o inyecciones. Las tabletas sublinguales, que son pequeñas y de sabor dulce, se colocan debajo de la lengua, donde se disuelven de manera eficaz, evitando el paso por el sistema digestivo.
El ejercicio, por otro lado, ha sido una parte fundamental de mi cambio de estilo de vida. No solo me ayuda a sentirme bien físicamente, sino también psicológicamente. Siempre fui de los que evitaban las clases de deportes en la escuela, pero desde que me volví consciente de la importancia de una buena alimentación, también comencé a ejercitarme. Ahora disfruto mucho del ejercicio y de la sensación de bienestar que produce. Suelo entrenar entre tres y cinco veces por semana, combinando diferentes tipos de sesiones. Mi actividad favorita es correr, sobre todo porque acelera el ritmo cardíaco, lo que es excelente para la salud cardiovascular. Prefiero correr al aire libre, en lugar de hacerlo en el gimnasio, ya que el entorno me resulta más estimulante y me permite descubrir más sobre la ciudad en la que vivo. También me gusta hacer entrenamiento de fuerza utilizando pesas o mi propio peso corporal, lo que me permite tonificar mi cuerpo. Me motiva mucho ver los cambios en mi físico y sentirme cada vez más fuerte.
El yoga es una actividad que practico semanalmente para estirar mis músculos, sobre todo porque el correr tiene un impacto alto en las articulaciones. Es importante incluir ejercicios de baja intensidad si se realiza mucho ejercicio, y el yoga me proporciona ese momento de descanso para relajarme y despejar mi mente. A mí, que soy madrugadora, me gusta hacer ejercicio por la mañana, pues siento que tengo más energía al comenzar el día. Si necesitas motivación para ir al gimnasio por la mañana, un truco que te podría servir es dejar lista tu ropa deportiva y preparar uno de mis desayunos de noche para que, al despertar, solo tengas que ponerte la ropa y salir directamente hacia el gimnasio, sin tener que pensar en nada.
En cuanto a la creencia de que comer basado en plantas no proporciona la suficiente energía o ayuda al crecimiento muscular, en mi experiencia es todo lo contrario. Jamás me he sentido tan enérgica ni tan en forma, y fue precisamente gracias a esta alimentación que pude correr el Maratón de Londres, una impresionante distancia de 42 kilómetros. No creo que hubiera podido disfrutar tanto de la carrera ni haberlo logrado sin la alimentación que sigo. Mi ingesta diaria depende mucho de la actividad física que tenga planeada. Si voy a hacer ejercicio intenso, me enfoco en consumir más carbohidratos, siguiendo lo que mi cuerpo me pide. En los días de descanso, reduzco los carbohidratos porque mi cuerpo no necesita tanta energía extra. Y cuando tengo antojo de algo más sustancioso, opto por alimentos ricos en grasas saludables, como la mantequilla de almendra.
Por último, los superalimentos. No tienen que ser necesariamente esos polvos caros que venden en tiendas especializadas; muchos de ellos ya están presentes en nuestra dieta diaria. Los superalimentos son aquellos alimentos ricos en nutrientes, vitaminas, minerales y antioxidantes. Aunque no pueden compensar una dieta poco saludable, definitivamente añaden un extra de bienestar. Los superalimentos han ganado mucha popularidad y a menudo son bastante caros, pero no es necesario gastar grandes cantidades de dinero para incluirlos en nuestra dieta. Algunos superalimentos comunes incluyen los arándanos, que son ricos en fibra, vitaminas C y K, y contienen antioxidantes. Los antioxidantes son conocidos por acelerar la regeneración muscular, lo que los convierte en un excelente aliado después del ejercicio.

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