En la teoría de espacios vectoriales ordenados, se estudian diversas estructuras geométricas que definen relaciones de orden en estos espacios. Una de las construcciones fundamentales en este contexto es el concepto de cono, que juega un papel crucial en la caracterización de diferentes propiedades topológicas y algebraicas de los espacios vectoriales. Un cono en un espacio vectorial es un subconjunto no vacío y convexo KK de un espacio vectorial EE que satisface dos condiciones fundamentales: primero, si tomamos la suma de dos elementos de KK, el resultado sigue perteneciendo a KK, es decir, K+KKK + K \subseteq K; y segundo, para cualquier número real positivo λ\lambda, el producto de λ\lambda con un elemento de KK sigue estando en KK, es decir, λxK\lambda x \in K para todo xKx \in K. Estas dos condiciones definen lo que se conoce como un cono.

Si el cono es además propio, es decir, no contiene al espacio vectorial entero (excepto el conjunto {0}\{0\}), se denomina cono estricto o simplemente cono. La importancia de los conos radica en su capacidad para definir una relación de orden en el espacio vectorial. Un espacio ordenado es aquel en el que se pueden distinguir elementos positivos y negativos a través de su relación con un cono positivo. En este sentido, el cono se convierte en el "punto de referencia" para la clasificación de los elementos según su positividad.

El concepto de cono dual también es relevante en este marco. El cono dual de KK, denotado KK^*, está compuesto por los funcionales lineales positivos definidos en KK. Estos funcionales son importantes en el estudio de la dualidad en espacios ordenados, ya que permiten caracterizar las propiedades del espacio vectorial a partir de su dual. Si un cono es normal, significa que cada funcional lineal en el dual puede ser expresado como la diferencia de dos funcionales positivos. Esta propiedad se aplica de manera fundamental en la descomposición de medidas en espacios de Radon, donde las medidas positivas pueden ser representadas como la diferencia de dos medidas positivas.

En espacios topológicos, la topología inducida por un cono, conocida como la topología ordenada, juega un papel central. Esta topología, que puede no ser Hausdorff, es la más fina que hace que cualquier conjunto acotado en el espacio sea también acotado en términos de la ordenación impuesta por el cono. En algunos casos, esta topología coincide con la topología de Mackey, que es relevante en el estudio de álgebras topológicas y espacios de observables en física matemática.

Además, el concepto de cono generador es esencial en el análisis de la estructura algebraica de un espacio. Un cono es generador si la diferencia entre los elementos de KK puede generar todo el espacio vectorial EE. Esto se expresa de la siguiente manera: E=KKE = K - K, lo que indica que todo elemento del espacio vectorial puede ser expresado como una combinación de elementos del cono.

En álgebras CC^*, un ejemplo clásico es el cono algebraico positivo, que consiste en elementos de la forma xxx^* x, donde xx es un elemento de la álgebra. Este tipo de cono tiene la propiedad de ser cerrado bajo ciertas operaciones algebraicas, lo que lo hace fundamental para la comprensión de las estructuras algebraicas en física matemática y teoría cuántica. En este caso, cada elemento positivo puede ser expresado como la diferencia de dos elementos, lo que lleva a la descomposición de cualquier elemento en términos de elementos positivos.

El estudio de los conos y sus propiedades no solo es fundamental para la teoría de espacios vectoriales ordenados, sino que también tiene implicaciones prácticas en áreas como la teoría de medidas, álgebra de operadores y topología. La noción de orden y su relación con la geometría y álgebra subyacente es clave para comprender cómo los sistemas dinámicos y las estructuras algebraicas pueden ser modelados y analizados de manera rigurosa.

Es importante que el lector comprenda que, en ciertos contextos, la noción de cono y wedge (cuña) pueden ser utilizadas de manera intercambiable, aunque algunos autores prefieren usar "cono" para referirse a un conjunto apropiado, es decir, un cono estricto. También, es fundamental que el lector distinga entre el cono dual y el cono normal, ya que estas propiedades influyen en la manera en que los funcionales y otros elementos del espacio se comportan dentro de la estructura ordenada y topológica del espacio vectorial.

¿Cómo se conecta la teoría espectral generalizada con las medidas de operadores positivos?

La correspondencia uno a uno entre las familias espectrales generalizadas y las medidas de operadores positivos se expresa de manera precisa en la ecuación Bt=(5.34.e)B_t = (5.34.e), revelando la interrelación profunda entre estos dos conceptos fundamentales en la teoría de operadores. En particular, una medida de operadores valorados en contracción (COVM, por sus siglas en inglés) es una familia C:Bor(R)B(H)C : \text{Bor}(\mathbb{R}) \to \mathcal{B}(\mathcal{H}) de aplicaciones que van de los subconjuntos borelianos de R\mathbb{R} a los operadores de contracción sobre un espacio de Hilbert H\mathcal{H}, y que satisface la fuerte σ\sigma-aditividad.

La teoría de descomposición espectral para operadores autoadjuntos se encuentra con una formulación esencial que conecta la teoría espectral clásica con el concepto de medidas de operadores positivos. El teorema espectral completo establece que, para un operador autoadjunto AA en un espacio de Hilbert H\mathcal{H}, existe un espacio de medida localmente compacto y separable A\mathcal{A}, junto con una medida de Borel positiva finita sobre él. Además, se define un campo de espacios de Hilbert (Hα)αA(\mathcal{H}_\alpha)_{\alpha \in \mathcal{A}} con dimensiones correspondientes que descompone el operador en una integral directa de estos espacios, facilitando su diagonalización.

Este formalismo permite escribir el operador AA como un operador de multiplicación, de tal modo que existe una función espectral F(A,dμ)F \in ( \mathcal{A}, d\mu ) tal que el espectro de AA se obtiene mediante la evaluación de F(A)F(A). En términos de componentes individuales, esta descomposición permite expresar el espacio de Hilbert total H\mathcal{H} como una suma directa de espacios de dimensión uno, lo que también implica que AA se puede representar como un operador de multiplicación en un espacio adecuado de funciones, siguiendo los principios establecidos por la teoría de Fourier.

Por otro lado, si consideramos la forma de la medida de valor operador proyectado (PVM) de un operador autoadjunto, como se establece en la ecuación B=E(dμ)B = \int E(d\mu), se muestra que la función espectral EE proporciona una manera de descomponer el operador en términos de medidas de proyectores que actúan sobre las componentes del espacio de Hilbert. En este contexto, el uso del teorema de Naimark en la extensión de la teoría espectral se convierte en una herramienta poderosa para los operadores simétricos cerrados que no son necesariamente autoadjuntos. El teorema de Naimark establece que para un operador simétrico cerrado y densamente definido AA, siempre existe una función espectral asociada a AA, que es una medida de valor operador proyectado.

Un aspecto crucial es la distinción entre las medidas de operadores proyectores (PVM) y las medidas de valor operador positivo (POVM). Si bien cualquier operador autoadjunto posee una función espectral EE que es una PVM, no todas las POVM son funciones espectrales. En este sentido, las relaciones adjuntas y de producto de las medidas de operadores valorados proporcionan las bases necesarias para entender cómo los operadores se descomponen y cómo se pueden aplicar transformaciones unitarias, como la transformada de Fourier generalizada, para simplificar el análisis espectral.

El teorema espectral en el espacio de Hilbert rigged, particularmente relevante en la mecánica cuántica y la teoría cuántica de campos, se toma de una forma especialmente interesante al considerar los índices de deficiencia iguales en el caso de operadores simétricos. Este desarrollo encuentra aplicaciones no solo en la mecánica cuántica, sino también en la teoría de representación de grupos de Lie y en otros campos matemáticos, como lo demuestra el teorema nuclear de Maurin, que aborda estas cuestiones desde una perspectiva más amplia y generalizada.

El estudio de la descomposición espectral no solo se limita a la teoría pura de operadores, sino que también tiene implicaciones fundamentales en la física teórica, especialmente en la mecánica cuántica y en el análisis de sistemas dinámicos. La teoría espectral generalizada, junto con la noción de medidas de operadores valorados, permite una comprensión más profunda de cómo los operadores autoadjuntos y los operadores simétricos se pueden analizar y descomponer de manera que se revele la estructura subyacente de los sistemas físicos y matemáticos involucrados.

Además, es importante reconocer que la existencia y unicidad de estas descomposiciones espectrales, así como la conexión entre las distintas formas de medidas (proyectores, operadores valorados en contracción, etc.), no solo depende de las propiedades del operador en cuestión, sino también de las condiciones del espacio en el que actúa y de la estructura de las transformaciones unitarias que se apliquen. Esto resalta la importancia de la teoría espectral generalizada como un marco fundamental para entender la naturaleza y el comportamiento de los sistemas de operadores en contextos avanzados de matemáticas y física.

¿Cómo se determina un conjunto completo de vectores propios generalizados para observables hermíticos?

En el contexto de espacios de Hilbert, uno de los conceptos más importantes es el de los vectores propios generalizados, que permiten describir estados cuánticos en sistemas físicos donde no es posible representar de forma directa los vectores propios tradicionales. En este sentido, un observable hermítico puede tener un conjunto completo de vectores propios generalizados bajo ciertas condiciones que permiten la extensión del formalismo tradicional de eigenfunciones.

Sea aa un observable hermítico en un espacio de Hilbert rigged H\mathcal{H}, donde H\mathcal{H} es un espacio nuclear de Fréchet. Asumimos que aa tiene índices de deficiencia iguales. Bajo estas condiciones, existen elementos Tk,xHT_{k,x} \in \mathcal{H}' que son los vectores propios generalizados de aa. Estos vectores cumplen con la ecuación aψ=F(λ)Tk,xa \psi = F(\lambda) T_{k,x} para casi todo λ\lambda, donde F(λ)F(\lambda) es la transformada de Fourier. Este formalismo generaliza la noción clásica de vectores propios, permitiendo que las soluciones sean representadas no como funciones convencionales, sino como distribuciones en el espacio dual.

Los coeficientes de Fourier correspondientes a estos vectores están dados por Tk,x(λ)T_{k,x}(\lambda), lo que implica que la relación entre las soluciones de la ecuación espectral y los vectores propios generalizados se mantiene a través de la dualidad entre H\mathcal{H} y su espacio dual H\mathcal{H}'. Estos vectores se pueden interpretar como funciones generalizadas o como distribuciones, lo que es fundamental para la descripción de sistemas cuánticos en los cuales los observables no tienen un espectro discreto claro, o su espectro está asociado a un continuo de eigenvalores.

Cuando no se desea descomponer estos vectores propios generalizados en componentes unidimensionales, se define una representación Ta(u)=uxT_a(u) = u x, donde xx es un vector dentro del espacio de Hilbert extendido. Esta es una representación de valor vectorial de los vectores propios generalizados. La existencia de un conjunto completo de tales vectores es clave, ya que garantiza que la teoría espectral se pueda aplicar incluso a observables no esencialmente autoadjuntos.

La propiedad más importante de estos vectores es que, como el espacio de Hilbert H\mathcal{H} está representado como un límite inductivo de una familia contable de subespacios de Hilbert {En}\{ E_n \}, los vectores Tk,xT_{k,x} son continuos en casi todos los puntos del espectro. Esta continuidad es fundamental porque garantiza que los resultados espectrales sean bien definidos en el espacio H\mathcal{H} y que cualquier observable hermítico tiene una descomposición espectral adecuada.

En el caso en que aa sea auto-adjunto, el conjunto completo de vectores propios generalizados también puede interpretarse como una partición débil de la unidad. Esto se expresa en términos de la ecuación Tk,x(u)Tk,x(v)dμ(λ)=(u,v)\int T_{k,x}(u) T_{k,x}(v) \, d\mu(\lambda) = (u,v), donde la integral se realiza sobre el espectro λ\lambda. Este formalismo, que puede parecer abstracto, es esencial para el análisis de sistemas cuánticos, ya que permite entender la estructura espectral de los observables en contextos más generales, como el caso de operadores no auto-adjuntos o aquellos con espectros continuos.

Es relevante que el formalismo de Dirac, con sus conceptos de kets y bras, se puede integrar en este marco riguroso de vectores propios generalizados. Los kets pueden verse como funciones de onda, mientras que los bras corresponden a los elementos del espacio dual, generando un formalismo que se ajusta perfectamente a la teoría moderna de la mecánica cuántica. Esta interpretación proporciona una extensión lógica y precisa de las ideas de Dirac, particularmente en lo que respecta a la representación de observables y estados en espacios de Hilbert rigged.

El concepto de estados generalizados también se introduce en este contexto, donde un bra no necesariamente corresponde a un ket, sino que puede ser interpretado como un estado generalizado. Estos estados no determinan funciones de onda exactas, sino que representan una forma más flexible de describir las mediciones cuánticas, especialmente cuando se consideran algebras CC^* y medidas relativas en espacios no convencionales. Los estados generalizados no se pueden realizar físicamente con precisión absoluta, pero proporcionan un marco poderoso para describir sistemas que no cumplen con las condiciones ideales de un sistema cuántico tradicional.

Es fundamental comprender que, aunque los vectores propios generalizados ofrecen una extensión de los eigenvectores clásicos, su uso debe ser cuidadosamente considerado en relación con las condiciones espectrales y las propiedades de los operadores involucrados. La noción de continuidad, la estructura de rigged Hilbert space y las transformadas de Fourier son herramientas esenciales en este análisis. Por tanto, cualquier desarrollo posterior en la teoría cuántica de operadores debe incorporar estos conceptos para asegurar una comprensión profunda y precisa de las dinámicas cuánticas.

¿Cómo se mide una observable en mecánica cuántica? La relación entre las medidas, las preguntas y los instrumentos

El concepto de "medición" en mecánica cuántica ha sido tradicionalmente un tema complejo y lleno de matices, sobre todo cuando se habla de la naturaleza de los observables y de cómo se relacionan con los estados cuánticos y las funciones espectrales. En este contexto, la noción de una "pregunta" sobre un observable, así como las herramientas que nos permiten medirla, adquieren una importancia crucial.

Para cualquier medida λ\lambda-medida BB, se define su extensión como el cierre lineal σ(E(W),F)\sigma(\mathcal{E}(W), \mathcal{F}') de {B(A):AB(R)}\{ B(A) : A \in \mathcal{B}(R) \}, es decir, el subespacio lineal generado por los operadores B(A)B(A) asociados a los subconjuntos de Borel de RR. Denotamos esta extensión por ext(B)=σ(E(W),F)-cl{B(A):AB(R)}\text{ext}(B) = \sigma(\mathcal{E}(W), \mathcal{F}') \text{ -cl} \bigcup \{ B(A) : A \in \mathcal{B}(R) \}. Si BB representa un observable bAh+b \in A_h^+, escribimos simplemente ext(B)=ext(b)\text{ext}(B) = \text{ext}(b).

Se introduce un orden parcial <-< sobre el conjunto M+(λ)M^+(\lambda) al afirmar que B<CB -< C si ext(B)ext(C)\text{ext}(B) \subseteq \text{ext}(C). Cuando esto sucede, podemos decir que b<cb -< c, indicando que el observable bb tiene menos información que el observable cc.

Es importante destacar que la ecuación (7.3) tiene un carácter meramente formal, ya que, para una medida λ\lambda-medida dada BB, la integral de Riemann-Stieltjes B(dt)u\int_B(dt)u no necesariamente existe para toda función uWu \in W. Este es un detalle fundamental que debe ser considerado cuando se exploran las representaciones espectrales de observables.

La clave radica en que cualquier elemento bAh+b \in A_h^+ es el resultado de al menos una medida λ\lambda-medida. Las técnicas de Akhiezer y Glazman [1] muestran que cualquier función espectral de bb es, efectivamente, una medida λ\lambda-medida que representa a bb. Sin embargo, no todos los elementos bAh+b \in A_h^+ son representados por una "pregunta". Si bAh+b \in A_h^+ es tal que el operador B:WY\mathcal{B} : W \to Y es esencialmente auto-adjunto, entonces es muy poco probable que la función espectral de bb, que es una medida λ\lambda-medida que representa a bb, sea una "pregunta". Este es el caso, por ejemplo, para el operador de posición unidimensional, que no preserva WW.

Aunque la función espectral de un operador auto-adjunto es única, las medidas λ\lambda-medidas para bb no lo son necesariamente. En general, la cuestión de si un observable tiene "preguntas" sigue siendo abierta. La búsqueda de preguntas debe centrarse no solo en las funciones espectrales, sino también en las medidas λ\lambda-medidas.

Un observable "instrumental" es un operador simétrico bAh+b \in A_h^+ para el cual existe al menos una pregunta BM+(λ,W)B \in M^+(\lambda, W) que lo representa. Un observable bAh+b \in A_h^+ se considera físicamente medible si existe un observable instrumental cc tal que c<bc -< b, lo que significa que cc tiene menos información que bb. En este contexto, cualquier observable instrumental es necesariamente físicamente medible. De hecho, por cada pregunta sobre bb, podemos construir un instrumento (ver más abajo) relacionado con esa pregunta, y cada instrumento así obtenido debe interpretarse como una manera de medir el observable bb.

Si bAh+b \in A_h^+ es medible físicamente, pero no es un observable instrumental, cualquier observable instrumental cAh+c \in A_h^+ tal que c<bc -< b puede interpretarse como definiendo preguntas que proporcionan información parcial sobre bb. Esto significa que podemos hacer mediciones que nos den información aproximada sobre bb, pero no podemos medir bb directamente. Si bAh+b \in A_h^+ es no medible, no existen mediciones que nos proporcionen información sobre él.

Una condición suficiente para que bAh+b \in A_h^+ sea un observable instrumental es que se cumpla cierta propiedad técnica que asegura que observables como la posición, el momento y la energía son observables instrumentales. Además, esta condición es suficiente para demostrar que los observables instrumentales forman un subconjunto denso de Ah+A_h^+. También existe una condición bastante débil que nos dice cuándo un observable bAh+b \in A_h^+ es físicamente medible.

El concepto de "instrumento" en este contexto se refiere a una herramienta matemática que permite realizar una medición de un observable. Un "instrumento" es un mapa T:B(R)L+(A)T : \mathcal{B}(R) \to L^+(\mathcal{A}) tal que existe una operación ZZ que satisface la relación T=ZT = Z^*, donde ZZ^* es el pre-transpuesto de TT. Los instrumentos están íntimamente relacionados con las preguntas que podemos hacer sobre un observable, ya que un instrumento define una pregunta, y el resultado de esa pregunta es el observable que se está midiendo.

A través de la definición de instrumentos y las relaciones entre los operadores espectrales y las medidas λ\lambda-medidas, se establece una conexión esencial entre los observables y las herramientas matemáticas que nos permiten medirlos. Esta conexión es crucial para comprender cómo las teorías de la medición cuántica pueden extenderse y aplicarse a situaciones físicas concretas.